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A la gestión de Javier Milei y su equipo le queda un largo recorrido por delante y múltiples desafíos que enfrentar. No obstante, no está mal pensar de manera optimista y ya anticiparse a cómo podría ser una Argentina “normal” con plena y sostenida estabilidad económica.

3 Septiembre de 2024 07.25

En sólo siete meses, la inflación pasó del 25,5% al 4%. Además, en el primer semestre del año, hubo un superávit comercial de US$ 10.708 millones y también se consiguió un superávit financiero luego de intereses equivalente a 0,4% del producto bruto interno. Por otra parte, la actividad económica poco a poco se está recuperando y semana tras semana el Gobierno está liberando restricciones que impedían el correcto desarrollo del país. Ante la situación, cada vez más participantes del mercado se hacen una simple pregunta: “¿Y si sale todo bien?”.

Evidentemente, a la gestión de Javier Milei y su equipo le queda un largo recorrido por delante y múltiples desafíos que enfrentar. No obstante, no está mal pensar de manera optimista y ya anticiparse a cómo podría ser una Argentina “normal” con plena y sostenida estabilidad económica. En este caso, no sólo habría un cambio radical en la calidad de vida (para bien), sino también en la manera de invertir.

En los últimos años, la atención de gran parte de los inversores se plantó en dos variables: dólar e inflación. Por esta razón, se desprendían rápidamente de sus pesos para colocarlos en depósitos a plazo fijo UVA, bonos y fondos CER, títulos dollar linked o bien dólares para guardar “debajo del colchón”. Pero si Argentina se convierte en un país “normal”, con alta flexibilidad cambiaria, baja inflación y un tipo de cambio estable, entonces habrá que adoptar una visión financiera más amplia y sofisticada.

Javier Milei en el Congreso de la Nación JPG
 

“En primera instancia, el mercado de capitales local se va a volver mucho más internacional. Por ende, los brókers no solamente te van a dar la posibilidad de invertir localmente, sino también de invertir afuera. La primera consecuencia de eso es que las carteras van a ser mucho más globales", comentó el asesor financiero Fernando Villar.

“Hoy, tenés una gran mayoría de los inversores que tiene carteras casi centradas en Argentina, salvo ciertos productos particulares que invierten en Latinoamérica. Pero, como pasa en muchos países vecinos nuestros, ya sea Uruguay o Chile, las carteras de inversión van a poder ser mucho más internacionales y va a ser totalmente habitual tener bonos de Argentina, renta fija corporativa de países limítrofes o de Europa y Estados Unidos”, detalló el especialista, quien agregó que también se buscará un objetivo más de mediano y largo plazo y no tanto de cobertura o arbitraje.

En este escenario positivo, los ahorristas e inversores no van a poder “hacer tasa” en pesos o en dólares y simplemente manejarse bien con lo obtenido, ya que el rendimiento les va a resultar escaso. Por lo tanto, deberán buscar otro tipo de inversiones como los ofrecidos en los países más desarrollados.

Dólar y pesos argentinos.
 

“A partir de esto, se va a generar que los brókers, fondos de inversión y demás entidades tengan que dar una oferta mayor a sus clientes y, por ende, el cliente va a terminar con un valor agregado más que interesante”, señaló Villar.

Para el consultor, una economía normalizada también podría generar que nazcan nuevamente productos de ahorro voluntario, como los seguros de retiro o las viejas administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones, que ayudarían a generar una jubilación propia que no dependa del Estado y que incluso sea más rentable.

De todas formas, nunca habrá que bajar la guardia: si bien Argentina podría llegar a gozar de un entorno económica, política y socialmente estable, el mundo sigue y pueden existir crisis externas que aún así impacten en las carteras de inversión. Ejemplos hay de sobra: el “efecto tequila” de México de 1994, la “crisis de los tigres asiáticos” de 1997, el “efecto vodka” de Rusia de 1998, la “burbuja puntocom” de los 2000, etc.

Inversiones
 

“Cuando vos estás trabajando en un contexto normal, tranquilo, muy tranquilo. No tenés que 'dormirte en los laureles' y tenés que estudiar el contexto externo porque, si bien no tenés divergencias locales y tenés un tipo de cambio estable, no tenés inflación y demás, en el mundo sigue habiendo quilombos”, relató Mariano Pantanetti, docente en el Programa Avanzado de Finanzas de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP).

Según el experto, estos conflictos suelen ser crisis de oferta ocasionadas cuando los bancos dejan de ofrecer dinero por diferentes motivos, como estar sobrevendidos o por movimientos en las tasas de interés. Y aunque Argentina llegue a estar “tranquila”, continúa viéndose afectada por factores globales.

“Entonces, el principal consejo es: si vos pensás que está todo bien, algo está por estar mal. Tenés que estar mirando continuamente todas las demás variables externas a tu mercado para ver cómo van a impactar en tu mercado”, concluyó Pantanetti.

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