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Fue presidente de Shell, creó un fondo para apostar por pymes argentinas y compró una de las áreas maduras de YPF

Fernando Heredia

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En una entrevista con Forbes, el estadounidense Sean Rooney cuenta sus proyectos de inversión en el país y analiza el momento de Vaca Muerta.

13 Octubre de 2024 08.30

"Llegué perfecto, el 108 me dejó en la esquina", es lo primero que dice Sean Rooney ni bien entra a la redacción de Forbes, en el barrio de Palermo. La costumbre no es nueva ni tiene que ver con un ajuste de gastos por su salida como presidente de Shell luego de 20 años de experiencia en la compañía. Es un hábito por el que es conocido por toda la industria argentina del Oil & Gas. "Me encanta viajar en transporte público, siempre me gustó", justifica. 

Ya sentado y con un café en la mano, el empresario estadounidense cuenta cómo es su nueva etapa en el país, donde a través de un fondo de inversión familiar está apoyando a diversas pymes como la energética Velitec, que se quedó con uno de los campos maduros que YPF puso a la venta.

¿Siempre sabías que querías seguir trabajando acá en Argentina o lo pensaste un tiempo después de irte de Shell? 

Cuando estás trabajando a full por treinta años es problemático parar de golpe. Hay gente que puede hacerlo, pero yo no podía ir a jugar al golf todos los días y no hacer nada. Y, más que nada, creo que los profesionales que ganan una experiencia importante deben ayudar a la próxima generación, ayudar al mundo, ayudar a las empresas. Yo hice dos cosas, a mi juicio, inteligentes. Uno, no quería despertarme el primer día de retiro sin algo que hacer, entonces, arreglé un viaje de un mes al norte del país con mi esposa y mis dos hijas.

¿Norte de Argentina?

Sí. De aquí a Corrientes, pasando por Chaco y Salta y bajando por la Cordillera hacia Mendoza y volviendo a Buenos Aires. Visitamos parques nacionales, fue divertidísimo.

Y te dio tiempo para pensar eso qué querías hacer.

Sí, porque pensaba cómo puedo hacer algo que yo disfruto y maximizar el impacto. Y quería hacer algo para Argentina. Yo empecé mi carrera en Argentina en la primera parte de los años 90'. Conozco el negocio aquí y tengo contactos. Entonces quería hacer algo para reconocer lo que me dio Argentina durante mi carrera. Como tengo un poco de patrimonio disponible, decidí hacer un fondo de inversiones familiar con mi mujer Melodye para invertir en pequeñas y medianas empresas argentinas y participar en el crecimiento de estas compañías para ayudarlas a crear empleo. El fondo debe ser rentable, pero la rentabilidad no es el primer criterio. Estoy buscando inversiones únicamente en compañías que agregan valor social. Decidimos que el criterio más importante es la cantidad de empleo creado. Entonces no estamos invirtiendo en mercados financieros, inmobiliario ni nada así. Solamente hacemos inversiones en compañías físicas que están por expandir su planta. 

¿En qué empresas están invirtiendo?

Ya tenemos cinco compañías en las cuales estamos ayudando. Ya invertí los fondos y estoy esperando retornos antes de poder apoyar a más emprendedores. Una de las empresas es TGA Company. Es una empresa argentina que hace software para capacitación o gaming. Y los juegos son simples, están disponibles en el teléfono, y están para hacer on boarding o capacitación en diversidad, seguridad industrial, lo que sea. Recién lanzaron un juego en Estados Unidos para concientizar del impacto de la droga fentanilo, es un juego que tiene beneficio social.

O sea, no es solo inversiones en el sector de energía, puede ser en otro lugar.

No, no, para nada. Los criterios son crear empleo o dar un valor social de alguna manera y ser rentable, porque quiero sacar una renta que pueda reinvertir en otras compañías en Argentina.

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Sean Rooney, ex presidente de Shell.

En el caso de Velitec, ¿por qué te gustó este proyecto de campos maduros para invertir?

Hace mucho, trabajando durante mi tiempo en Shell, yo pensaba que YPF tenía un potencial importante en los campos maduros y que no tenía nada de sentido para YPF seguir desarrollándolo porque la experiencia de Shell y otras compañías grandes ha sido que es imposible hacerlo eficiente. Y me decepcionó cuando el primer proceso de vender los campos durante el gobierno anterior se frenaba por razones políticas. Siempre pensé en armar una compañía, de participar, porque pienso que hay mucho para hacer. Y hay mucho por hacer en crear un ecosistema de compañías pequeñas que sean capaces de operar los campos maduros eficientemente. Porque uno de los riesgos de pasar a los campos maduros para las compañías pequeñas es que pocas tienen experiencia en manejar una operación compleja, tienen 300 o 400 pozos, y como quieren hacerlo eficiente cortan gastos en lugares donde no deben cortar gastos.

¿Por qué esas empresas pueden ser más eficientes en los campos maduros?

Porque no tienen que soportar un edificio en Puerto Madero, un plantel de contadores, de abogados. Una compañía grande tiene un nivel de servicios compartidos grandísimo. 

¿Cuál es el objetivo que tienen?

Velitec es una empresa de servicios, tenía algo de experiencia trabajando en Mendoza. Y ellos querían participar en la ronda, pero no tenían la experiencia operando o comprando un activo. Me presentaron y yo pensé que es una compañía pequeña, familiar, a la cual yo podía ayudar con mi experiencia. Yo en esta compañía estoy dando más asesoría que inversión. Ya hicimos tres ofertas, ganamos una (Señal Picada-Punta Barda) y el campo tiene el potencial de mantener la producción y el potencial de subirlo. Todavía tenemos que analizar a qué niveles, pero yo creo que tiene potencial de subir producción algo de 20% o 30%, reabrir pozos y hacer algunos trabajos de inyección de agua.

Conociendo bien todo el sector petrolero argentino, ¿creés que más allá del caso puntual de Velitec esto se puede repetir en otros campos maduros? 

Sí, se puede repetir. Y las compañías nacionales, locales, e internacionales, ya han hecho varias ventas, ya se desprendieron de varios campos maduros. Pero todavía hay por desprender. Cuando el campo llega a un punto en el cual su desarrollo principal ha sido cumplido, vale la pena para la compañía (el dueño o el operador) ver si sus habilidades ya están llegando a su límite y monetizarlo vendiéndolo a otra compañía. Y Velitec ya está hablando con otras empresas, otras compañías, a ver si hay otros campos que pueda sumar. Porque tampoco tiene sentido para Velitec un campo, el objetivo de la compañía es hacerse una compañía petrolera operadora con capacidad propia de servicios y utilizarlo para monetizar o mejorar el desarrollo de varios campos maduros.

O sea, podrían participar de próximas ofertas para otros campos maduros.

Sí, es la idea.

¿Siempre en campos maduros? ¿No en shale?

No, shale es algo que ya es dominio de las compañías grandes y Velitec tampoco tiene experiencia. En el futuro los campos shale no convencional van a llegar a ser campos maduros y van a pasar a compañías independientes para aprovechar los últimos años de su vida, pero todavía es temprano en la Argentina.

En Velitec entonces no estás como socio, ¿estás dando un asesoramiento e inversión?

Por ahora no soy socio de la compañía. Estamos hablando de cuál es la mejor manera para que yo participe. 

¿Y en qué otros lugares te interesaría invertir? 

Varios empresarios me propusieron inversiones y miré oportunidades en litio, en apps financieras, varios rubros. Y como yo tengo más experiencia en energía entonces hizo más fácil mi preferencia, conozco mejor. Pero igual estoy mirando todo, aprendí de varios rubros. Las compañías en las cuales tengo inversiones son tres. La primera es TGA, la compañía de capacitación por gaming, que es muy exitosa. La segunda es una compañía que se llama Heffner Oil, que es un productor de aceite esencial del árbol palo santo para exportación. Está produciendo tambores y kilos en Presidente Roque Sáenz Peña en Chaco, estoy ayudando al dueño para construir una fábrica nueva y exportar su producto. Y la tercera es una empresa de arenas de cercanía, es un productor de arena para la industria petrolera y tiene una planta en el sur de Mendoza y están construyendo un centro de distribución en Rincón de los Sauces, Neuquén. La idea es minar la arena local en la zona del norte de la cuenca y procesarla, limpiarla y venderla a la industria quitando el costo y el impacto ambiental de llevar arena de Entre Ríos.

¿La cantera estaría en Neuquén o en Río Negro?

Hay varias canteras que están por allá, algunas están en Mendoza, algunas están en Neuquén.

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Sean Rooney, en la redacción de Forbes.

¿Cómo estás viendo al sector energético argentino?

Muy bien, se logró aumentar mucho la producción de petróleo. Ahora las otras etapas que hay que cumplir son el GNL y la petroquímica. El gas de Vaca Muerta tiene es una gran cantidad de etano y el etano se puede aprovechar para petroquímica, entonces sería una lástima no utilizarlo para una planta importante. También está el offshore, donde yo pensé siempre que hay un gran potencial costa afuera, que está casi sin explorar y nunca con un pozo vas a saber qué tenés. Mi recomendación sería seguir haciendo condiciones, dando licencias, ayudando con los permisos medioambientales para hacer la sísmica, los pozos allá, para ir tomando los riesgos. 

¿Cómo ves estas idas y vueltas con el proyecto de GNL de YPF?

Van a necesitar varios socios importantes para hacerlo, pero es técnicamente y económicamente factible. Se puede hacer rentable dentro del pronóstico de precios internacionales de GNL. Entonces, el obstáculo es financiamiento, la confianza para poner una planta física de 5 o 10 mil millones de dólares en Argentina. Y eso no es confianza en Milei, es confianza en los cinco o diez presidentes futuros. Para mí, ese es el punto crítico.

Y no hay mucho tiempo para resolverlo, ¿no? Porque la ventana de oportunidad es chica.

No. Y es importante hacerlo pronto. Pero la industria está acostumbrada a tomar riesgo. Y el RIGI ayuda porque eso da derechos a los inversores que ayudan a compensar o limitar las habilidades de gobiernos futuros de cambiar las reglas. Aunque hemos visto que los gobiernos son muy capaces de cambiar las reglas a pesar de contratos que tienen. Me parece interesante el proyecto de Pan American de traer un barco licuefactor aquí, porque el barco es algo que se puede traer o llevar. Entonces es algo que baja un poco el riesgo. Y por eso si tengo que pronosticar yo diría que el negocio aquí empezaría con un barco para un plazo de tiempo hasta que la experiencia y el mundo mire a Argentina como un país confiable y de suministro.

¿Cómo estás viendo al gobierno de Milei?

Para las compañías en las que he invertido ha sido beneficioso porque bajaron algo de la burocracia, ha sido más simple construir la compañía y hacer los trámites. Espero que levanten el cepo, entiendo las razones por las que no lo han hecho, pero el cepo sigue siendo problemático incluso para compañías pequeñas, exportadores como la empresa de aceite esencial. 

O sea que con el RIGI no alcanza.

El RIGI es para compañías grandes, mis inversiones están en compañías familiares, pequeñas, y el RIGI no tiene nada de impacto para ellas. Para las compañías pequeñas el gran problema es el financiamiento. Es muy difícil conseguir dos o tres años de financiamiento a un precio razonable. Es algo que identifiqué y la razón de mi fondo es hacer préstamos, inversiones a tasas razonables.

¿Se puede saber de cuánto es el fondo que estás administrando?

Yo estoy trabajando con un fondo familiar que llega hasta a un millón de dólares, es pequeño en términos de inversiones.

¿Cómo ves que se percibe la figura de Milei en los Estados Unidos?

Él tiene una imagen muy buena, en Estados Unidos por lo menos. En Montana, conocidos míos, empresarios de allá, me preguntan todo el tiempo si vale la pena viajar a Argentina a buscar inversiones. Y eso es 100% a raíz de las noticias de los cambios y el impacto de las estrategias de Milei. Entonces sí, claro que está dando buena imagen al negocio aquí. 

¿Cómo te gustaría retirarte? ¿Qué legado te imaginás dejando en Argentina?

Yo pienso que tuve un impacto en el negocio de Shell en mi tiempo aquí, es un legado del cual estoy orgulloso. Y quiero dejar un par de compañías pequeñas que ya están tomando gente, exportando, creciendo aquí también. Me daría algo de orgullo dejar ese impacto.

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