Parece una sala de la NASA con una pantalla al lado de la otra alrededor de 300 metros cuadrados midiendo datos en tiempo real. Un grupo de 88 profesionales compuesto mayoritariamente por ingenieros y geólogos se dividen en siete unidades donde manejan todo lo que pasa en Vaca Muerta.
"Es la concentración de todo el conocimiento de YPF de los últimos años en un solo lugar. Nos permite corregir cualquier desvío en el momento que sucede", le cuenta a Forbes Germán Piccin, Gerente de Tecnología Upstream en una recorrida por el Real Time Intelligence Center (RTIC) que acaba de inaugurar la petrolera en el piso 26 de la torre de Puerto Madero.
Con un promedio de 35 millones de datos por pozo, los técnicos de la empresa tienen que procesar la información y tomar decisiones inmediatas sobre unas 80 tareas distintas que se concretan desde el campo.
"Esta sala que nos permitirá mejorar significativamente la forma en que operamos en Vaca Muerta. Nos tenemos que desafiar diariamente a ser cada vez mejores, fijando nuevos estándares y buscando la innovación constante. Esa es la forma en que vamos a lograr operaciones de excelencia", afirma Horacio Marín, presidente y CEO de YPF.
Con este centro de operaciones, la petrolera se pone a la vanguardia de la industria no convencional, donde empresas estadounidenses que operan en la cuenca de Permian lograron bajar sus tiempos a la mitad al aplicar esta tecnología.
"Como mínimo, nos ponemos a la par de Exxon. Yo aspiro a bajar los tiempos del ciclo entre un 15% a un 30%", sostiene Piccin, al que Marín calificó como el creador de esta sala.
El uso de inteligencia artificial y la conectividad con Starlink permite maximizar la velocidad de respuesta y disminuir el porcentaje de errores al seguir parámetros de guía. Bajo esos criterios, se van poniendo metas de productividad que se actualizan cada tres meses según los resultados de los 40 mejores pozos.
Se dividen en islas de tres personas que trabajan en un esquema de 12 horas por siete días consecutivos para descansar los siguientes siete. Cada isla tiene un geólogo, un ingeniero y un jefe de operaciones que es el que toma la decisión final luego de la opinión de los primeros dos.
Uno de los mayores impactos se ve en la perforación de los pozos donde los datos desde la cabeza del trépano a más de 7.000 metros de profundidad ahora llegan con un delay de cinco segundos. Eso es clave para poder mantenerse en una ventana de apenas ocho metros de espesor donde se tienen que mantener la perforación de rama lateral para situarse en el core de Vaca Muerta.
"Tenemos que navegar en ese espacio de ocho a máximo diez metros durante 4.500 metros de rama lateral. Es como ir de Puerto Madero al Abasto", grafican.
Hacia adelante, el plan es replicar lo mismo en todo el downtream: tanto en refinerías como estaciones de servicio. Además, se buscará automatizar aún más las tareas críticas como la perforación. "En 2 meses vamos a tener piloto automático de perforación, vamos a poder perforar sin que nadie lo toque", aseguran.