Sin necesidad de ser inversores expertos ni de contar con grandes fortunas, es posible armar una cartera de inversiones diversificada que apunte no solo a no perder ante la inflación o los movimientos del tipo de cambio, sino a anotar ganancias. El vehículo que más acerca a los inversores no profesionales a estrategias de este tipo son los Fondos Comunes de Inversión (FCI), puerta de entrada para empezar a amigarse con el mercado de capitales, explorar alternativas y conocerse mejor como inversor. En cualquier portafolio la liquidez es un atributo fundamental, ya que nos permite disponer del dinero ante imprevistos o para rotar la cartera, es decir, cambiar la composición. Por ello recomendamos los FCI, explica Ezequiel Albertini, gerente de Inversiones de Supervielle Asset Management.
Para atender el objetivo primario de cualquier inversor, que en la Argentina está centrado en no perder poder adquisitivo, los FCI más usados y recomendados son los que cuentan con activos vinculados a la inflación y al tipo de cambio. En el primer semestre, el factor de riesgo principal vendría del lado de la inflación. Pero no hay que abandonar la cobertura frente a variaciones en el tipo de cambio, dado que en una economía inestable como la nuestra el escenario puede alterarse rápidamente, recomienda Jorge Viñas, Head Portfolio Manager de AdCap Asset Management, y señala el AdCap Balanceado II (inflación) como alternativa.
Es que el dólar financiero, que está entre estable y bajando durante los primeros meses del año, con el BCRA recomponiendo lentamente reservas, puede hacerle olvidar al inversor que esa es una bomba siempre latente en la Argentina. Desde principios de año, hubo un flujo creciente hacia los FCI que invierten en deuda indexada a la inflación, como el Superfondo Renta Fija, evidenciando cierta preferencia de nuestros clientes por este tipo de estrategia. Este FCI se posiciona en la parte corta/ media de la curva CER, explica Daniela Castaldo, CEO de Santander Asset Management Argentina. Le suma como estrategia el fondo dollar linked de la gestora, para equilibrar a mediano plazo.
El año pasado, los mejores FCI vinculados a la inflación lograron anotar una performance que casi dobló al 36,1% de incremento en el IPC. En lo que va de 2021, con la inflación en torno al 3% y 4% mensual, hay algunos con rendimientos superiores al 7% mensual. La trayectoria pasada no asegura lo que pasará en el futuro, pero es una buena vara.
Marcelo Otermin, responsable de Inversiones de ICBC, pone el foco en las alternativas a los plazos fijos. Hay una variedad de instrumentos de renta fija, como Letras del Tesoro a descuento ajustables por tasa de pase del BCRA, ajustables por inflación CER; fideicomisos financieros de derechos creditorios o títulos públicos ajustables por CER o por tipo de cambio (dollar linked), entre otros. Los rendimientos varían por plazo, pero en no mucho más de un año se puede encontrar 40/43% en pesos. Si el cliente prefiere hacer más foco en la inflación, recomienda Alpha Renta Capital Pesos, que tiene más de 70% en ese tipo de instrumentos. Para una estrategia moderada, pero más variada, la sugerencia es un mix entre depósitos a plazo fijo, fondo Alpha Ahorro (renta fija a corto plazo en pesos), Alpha Renta Capital (títulos públicos ajustables por inflación, títulos públicos en dólares y obligaciones negociables ajustables por dólar oficial), y un porcentaje en el fondo de acciones que captura la evolución del Merval.
Mariano Calviello, Head Portfolio Manager de Fondos FIMA, propone, para inversores que toleren mayor volatilidad y busquen un rendimiento superior en pesos, un fondo con una cartera que diversifica ajustes y activos, con exposición a CER, Badlar y dollar linked, con una duration superior al año (Fima Renta Plus). Para cobertura contra el tipo de cambio: Fima Capital Plus y Fima Mix I.
Durante el primer semestre, los inversores deberían poner más atención al riesgo inflacionario en un contexto de rebote de la actividad económica y de monetización del déficit, mientras que la brecha cambiaria continúa cayendo. Esto provoca que las expectativas de inflación se ubiquen por encima de la trayectoria esperada en el ritmo de devaluación, disminuyendo la necesidad de cobertura cambiaria en el corto plazo, explica Victoria Fernández, analista de Research de First Mariva, y remarca corto. Pero, por la alta demanda de instrumentos ajustados por inflación, el precio subió y baja el rendimiento.
Subir la vara
Para captar mayores rendimientos, hay que asumir algo más de riesgo y mixear instrumentos. A ese inversor le sugiere Fernández: El fondo MAF Renta, de gestión activa, que persigue optimizar un portafolio bajo la tesis de riesgo argentino. Maximizar dentro de las alternativas de indexación. Cuenta con inversiones en bonos dolarizados (hard y dollar linked), bonos ajustados por CER y futuros de acciones y commodities. ¿Otra alternativa?: Para el que cuente con dólares locales, el fondo MAF Mix II brinda un cartera diversificada de bonos corporativos argentinos y Latam. La estrategia es la selección de créditos que maximicen la relación riesgo y retorno esperado. La yield es de 10% en dólares y duration de 2,3 años.
Albertini, de Supervielle, recomienda para inversores moderados el Premier Capital combinado con el Premier Commodities para diversificar la cartera. El fondo de commodities invierte en contratos de futuros sobre soja y en CEDEARS de empresas vinculadas a materias primas. Es un fondo interesante para capturar el buen momento por el que pasan las commodities, y mantiene vinculada la inversión al dólar.
Para inversores más agresivos, en los próximos meses pueden andar muy bien los fondos discrecionales de renta fija en pesos, que mediante inversiones en bonos de mayor duración pueden capturar el buen momento para inversiones en pesos por la estabilidad cambiaria, explica Viñas, y adelanta que desde la administradora están relanzando el AdCap Renta Fija Argentina con ese objetivo. Calviello, de Galicia, suma otra alternativa: Fima Capital Plus, de renta fija, que puede utilizar activos dollar linked o armado de sintéticos para seguir la evolución del tipo de cambio, y Fima Mix I, de renta variable, que invierte hasta el 25% en CEDEARS de acciones americanas.