Los tiempos han cambiado, así como la forma de manejar el dinero. Por eso es importante transmitir a nuestros hijos ciertos valores.
Nosotros aprendimos las nociones básicas de ahorro con nuestras mensualidades. Ese dinero que cada semana recibíamos básicamente por ser hijos de nuestros padres. No era mucho, pero teníamos la advertencia de no gastarlo todo de una y de cuidar de él. La verdad es que lo gastábamos todo de una, y luego llegaba el arrepentimiento. Una vez te gastabas el monto ya no había marcha atrás.
Ahora bien, la forma en la que se mueve el dinero ahora es muy diferente. En un mundo digital con las bancas electrónicas, las tarjetas de crédito y las transferencias sin papeles de por medio, el dinero es prácticamente invisible.
Por todo esto es fundamental que enseñemos a nuestros hijos el valor que tiene el dinero, lo que cuesta ganarlo y cómo manejarlo. Debería ser una de nuestras prioridades. Deberían tener la confianza para saber cuándo ahorrar y cuándo gastar, para que no lo gasten todo de una vez y se vean sin nada con 25 años.
La mensualidad puede ser una buena idea o una mala, pero si se aplica a mini trabajos es algo bueno, como hacer que te ayuden en la casa o pequeños detalles que hagan que se ganen el dinero.
Es vital que aprendan desde pequeños la diferencia entre querer y necesitar algo, para que lo interioricen y ya nunca lo olviden. Sobre todo es importante que sepan que no somos los padres los que les estamos enseñando eso porque queremos, deben aprender que es algo bueno para ellos y para su futuro, y que se aplica a toda la sociedad, no solo a nuestra casa.
Seguramente después de ver que ellos han adquirido estos conocimientos que van a ser fundamentales y positivos para su desarrollo, nos sentiremos incluso más felices y realizados.
*Nota publicada en Forbes España