El concepto de “gorro, bandera y vincha” parece estar condenado al más profundo de los olvidos. Hoy los amantes del fútbol tienen una nueva forma de generar pertenencia con el club de sus amores: los fan tokens. Son criptoactivos que otorgan a su poseedor beneficios adicionales: desde participar de sorteos hasta acordar un meet and greet con su jugador favorito, y desde obtener información exclusiva sobre la marcha del club hasta asistir a un entrenamiento.
Con técnicas de gamification, algunas entidades dan incluso participación en la vida social e institucional: por ejemplo, permitiendo a los dueños de estos tokens votar los colores de la próxima camiseta o el nombre de un determinado palco.
Otra forma de interés por el deporte
Pero no solo se trata de pasión: también hay interés. En un mundo en el que los criptoactivos cambian de valor a ritmo vertiginoso, quien compre un fan token puede beneficiarse de las variaciones positivas en el precio y venderlo cuando esté por las nubes. El caso paradigmático fue el del PSG: cuando se anunció la llegada de Messi y se especificó que parte del sueldo del astro argentino se pagaría en este criptoactivo, el valor pasó de US$ 22 a US$ 58.
De Avellaneda y bien cripto
El club pionero en la Argentina en ofrecer un fan token fue Independiente de Avellaneda ($CAI), en agosto de 2020. En la primera ronda de ventas (se agotaron en 15 minutos) recaudó US$ 312.500 (a US$ 1,25 por unidad), y luego de tocar un techo de US$ 7,7 se acomodó entre los US$ 1,5 y los US $2,3. Racing Club anunció el suyo ($RACING): saldrán a la venta por entre US$ 1 y US$ 2, aunque se asegura que habrá algunos de regalo para los socios con la cuota al día. Boca Juniors difundió que está en negociaciones para incorporar su propuesta. Y la Selección no podía quedarse atrás: $ARG valúa en torno a los US$ 4 y US $5.
¿La era de las criptofichas?
Los fan tokens son la punta de un iceberg que podría tener numerosas ramificaciones. En España, la Liga se convirtió en la primera en establecer un acuerdo con la plataforma de intercambio de figuritas (ahora se las denomina “cromos”) virtuales Sorare ?que tiene detrás el financiamiento de dos futbolistas, Gerard Piqué y Antoine Griezmann? para lanzar una colección enlazada a NFT. La siguiente en la lista fue la Bundesliga, que dio el puntapié inicial en este universo a fines de octubre.
Todos a jugar
Sorare estableció alianzas con unos 175 clubes y, entre sus planes, busca tener acuerdos con las 20 principales ligas del mundo antes de que finalice el próximo año. Cada figurita tiene una cadena blockchain única asociada, y eso permite a los usuarios intercambiar y hasta vender sus hallazgos. Sorare facturó US$ 150 millones este año, con predominancia de operaciones en EE.UU. y Asia.
Algunos jugadores también se sumaron a esta tendencia: Messi también tiene su propia colección de NFT, llamada Messiverse, que pueden adquirirse en la plataforma Eternity Chain. De todas formas, los aplausos por ahora se los lleva su archirrival deportivo Cristiano Ronaldo, cuyo cromo (de Sorare) se vendió por nada menos que 242.500 euros. El futuro muestra una tendencia creciente. Es razonable: fútbol y cripto representan la unión de dos pasiones de multitudes