El Gobierno tiene prácticamente listo el nuevo esquema de subsidios que presentará en los próximos días cuando convoque a una nueva audiencia pública. Según destacaron fuentes oficiales a Forbes, la famosa canasta básica energética representaría un 10% de los ingresos de cada hogar.
Es decir que, si una familia gasta un 12% de lo que gana por mes en energía, el Estado le subsidiará ese 2% adicional. Pero cuidado, el cálculo no se hace sobre todos los consumos de una casa porque eso incentivaría al derroche, sino a partir de un determinado monto de consumo que el Gobierno considera como el mínimo indispensable para satisfacer las necesidades energéticas.
Para que quede más claro, de ese 10%, un 5% correspondería a consumos eléctricos y el otro 5% al uso de gas natural. Esa proporción tiene como referencia a la región centro, pero puede variar según las seis zonas bioclimáticas que están estudiando a lo largo del país.
Eso significa que, en la Patagonia, el componente gasífero tendrá más relevancia que la luz y en el norte sucederá lo contrario. Una aclaración importante: en el caso de los hogares que no cuenten con red de gas, tendrán asignado la totalidad del 10% al uso de la electricidad.
Eso sucederá de manera transitoria hasta incorporar a los usuarios de GLP al mismo esquema. Mientras tanto, se mantendrá el Programa Hogar de garrafas ideado en la administración anterior.
Respecto a las cantidades, se está pensando que la canasta gasífera sea del orden de los 30 m3 por mes en verano y 90 m3 en invierno para la zona centro. Ahora en febrero o marzo, cuando el sistema cobre vigencia, una familia del AMBA estaría subsidiada si gasta más del 5% de su sueldo en el consumo de 30 m3 de gas. Cabe recordar que el consumo por mes de un usuario de CABA es de 55 m3, aunque eso promedia los meses de verano con los de invierno.
Por el momento, la parte eléctrica no está definida, pero se espera que sea más bajo el que umbral fijado por Sergio Massa de 400 kw/h al mes en la segmentación tarifaria.