El Gobierno anticipó en el Boletín Oficial que implementará un esquema de transición para reducir los subsidios energéticos y, en diálogo con Forbes, fuentes oficiales revelaron cómo será el detalle de los pasos a seguir.
En las próximas horas se publicará una resolución que establecerá los nuevos precios del gas y la electricidad para el mes de junio, donde todas las categorías de usuarios sufrirán aumentos.
Para los N1 (altos ingresos), comercios e industrias, la suba no logrará cubrir el salto en el costo de la energía que hubo en mayo y, por lo tanto, no llegarán a pagar el 100% de la tarifa como sucedía en abril.
Por su parte, ya sin el límite del decreto 332 del ex ministro Martín Guzmán, que fijaba un aumento máximo del 40% del Coeficiente de Variación Salarial para los N2 y del 80% para los N3, se empezará a reducir el porcentaje de subsidios de estas dos categorías que superaba el 95% en el precio de la luz y se ubicaba entre el 80% y el 86% en el gas.
La idea es que haya un aumento progresivo del precio que pagan los usuarios hasta llegar a cubrir la tarifa plena. En ese sentido, la categoría N3 (ingresos medios) se unificará con la N1 (altos ingresos) y sólo se subsidiará a los N2 según la Canasta Básica Energética.
En el Ejecutivo creen que ese paso recién se concretará el año que viene y también tendrá un carácter progresivo hasta llegar a un gasto máximo del 8% del salario en tarifas y no del 10% como se pensaba en un principio. Es decir que, todo gasto por arriba de ese porcentaje, sería cubierto por el Estado en el caso de los N2.
“Vimos la experiencia en Latinoamérica y el máximo que se llegó a aplicar fue del 8%, así que decidimos frenarlo ahí. Se empezará con un 2% del salario, subirá al 4%, al 6% y luego al 8%”, destacaron fuentes al tanto del cronograma.
La otra novedad es el tope de consumo subsidiado. Los N2, que no tenían tope alguno, empezarán a regirse bajo el mismo tope que los N3 que se ubica en 400 o 650 kwh al mes según la provincia en el segmento eléctrico.
No obstante, a diferencia de los ingresos medios, cuando los usuarios de ingresos bajos superen este límite, no pagarán el precio pleno, sino que será un precio que todavía tenga el beneficio de cierta cobertura de subsidios, aunque menor.
En los hechos, los autores del esquema todavía desconfían de la implementación por las idas y vueltas del Ministerio de Economía. “El sendero va a durar hasta que Caputo decida que vuelve a hacer otro cambio, según cómo esté la economía, la inflación, el empleo, la actividad”, bromean.
Es que en estos casi seis meses de gestión, las marchas y contramarchas por este tema fueron notorias y reiteradas. Ya en enero se anunció un aumento del gas que finalmente se terminó postergando para abril. En tanto, en febrero se presentó la Canasta Básica Energética que se suponía que iba a regir desde el mes de abril, luego se pasó para junio y ahora ya se habla del 2025.
“El problema de la canasta fue la luz, no el gas. Porque la energía eléctrica es de jurisdicción provincial y municipal en su distribución. Entonces era muy difícil unificar un criterio según el valor final de la factura de cada localidad. Se tendría que haber tomado el PEST (Precio Estacional de la Energía Eléctrica) que es el mismo para todo el país y no la tarifa final”, explicaron a este medio.