La protección del medio ambiente, el envejecimiento de la población, las tensiones comerciales, la autosuficiencia. Son retos a los que China ha decidido hacer frente lanzando reformas estructurales basadas en la innovación tecnológica y el cambio de los patrones de consumo.
Por ello, el Gobierno chino ha anunciado un plan de desarrollo 2021-2035 para hacer frente a estos retos demográficos y económicos, pero también para crear nuevos motores de crecimiento. Las reformas resultantes ponen de relieve cuatro grandes tendencias a largo plazo que ofrecen numerosas oportunidades de inversión: la innovación tecnológica, la transición ecológica, los cambios en los patrones de consumo y las innovaciones sanitarias y médicas.
La crisis sanitaria de la Covid-19 ha reforzado el cambio estratégico de China, aunque se inició antes de la pandemia. En efecto, el coronavirus ha reforzado el poder económico de China a nivel internacional. Sus exportaciones se han beneficiado en gran medida de los planes de apoyo en Estados Unidos y Europa en 2020, y el país también debería beneficiarse de la recuperación de la economía mundial prevista para este año. Además, China demostró su capacidad de investigación y desarrollo al lanzar cinco vacunas contra el Covid-19.
"China parece ser uno de los grandes ganadores de la crisis de Covid-19, que ha acelerado la revolución tecnológica y la digitalización de la economía cambiando profundamente nuestros hábitos de consumo, trabajo y entretenimiento", observa Haiyan Li-Labbé, gestora especializada en renta variable china en Carmignac.
"Varias empresas chinas se encuentran entre los líderes mundiales en sectores clave de esta revolución, como el comercio y los pagos en línea. Además, las medidas de apoyo económico anunciadas desde el inicio de la pandemia por el gobierno chino se han centrado en nuevas infraestructuras clave como el 5G, los centros de datos, la nube o la inteligencia artificial?"
Como muestra de su fortaleza, la economía china fue la única gran potencia mundial que escapó de la recesión en 2020 gracias a una mejor gestión de la crisis sanitaria, que le permitió reactivar rápidamente su industria y el consumo del país. Ahora es uno de los principales motores del crecimiento mundial. Según la OCDE, se espera que la economía china crezca casi un 8% (+7,8%) en 2021, tras expandirse un 2,3% el año pasado, mientras que la eurozona verá repuntar su crecimiento este año en un 3,9% tras una caída del 6,6% en 2020.
Carmignac ha desarrollado una auténtica experiencia en China a lo largo de los años, invirtiendo en el país desde su creación hace más de treinta años. La sociedad independiente de gestión de activos ha sido lo suficientemente ágil como para aumentar rápidamente sus inversiones en China, donde ahora hay muchas empresas en los sectores más prometedores.
Para aprovechar las oportunidades que ofrece el país, Carmignac ha creado un fondo de inversión especializado, Carmignac Portfolio China New Economy. Este fondo se centra en empresas de la nueva economía china (consumo, innovación tecnológica, salud, etc.) y está gestionado por Haiyan Li-Labbé, que cuenta con 19 años de experiencia profesional y es especialista en China, donde creció.
"Dado el potencial económico del país, la renta variable china debería ofrecer las mejores oportunidades de inversión en los próximos 10 a 15 años si se es selectivo y se adopta un enfoque a largo plazo", afirma Haiyan Li-Labbé.
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