La pelea entre la Secretaría de Energía y la mayorista eléctrica Cammesa sumó un nuevo capítulo que refleja un escenario de total descoordinación con un sistema que se encuentra al límite de capacidad.

Desde el inicio de la gestión de Eduardo Rodríguez Chirillo, su relación con la línea técnica de la empresa fue muy mala. “Cuando llegaron nos bajaron dos mensajes. Que Cammesa no sirve para nada y que nosotros fuimos colaboracionistas de los gobiernos de los últimos 20 años”, revela una fuente.

Esta tensión se vio potenciada por la interna con el Ministerio de Economía por controlar el mando de la mayorista, disputa que terminó perdiendo el secretario de Energía y que derivó en resoluciones que terminaron perjudicando su funcionamiento.

Más allá de estos roces, hubo una serie de eventos concretos que desataron el malestar del directorio -compuesto en un 80% por empresas de la industria- tanto por el perjuicio para el sector privado como por el riesgo que implicaron para el funcionamiento del sistema.

El primero fue la deuda con las generadoras que terminó con el pago de un bono al 2038 y una quita del 50%, un incumplimiento de las obligaciones que se volvió a repetir en los últimos meses. 

“El 12 de julio venció la generación de mayo y se pagó sólo el 38% a las renovables y al resto incluso menos. Es la tercera vez que los dejas colgados. Eso termina afectando la confianza y cada vez más centrales viejas se retiran de la oferta porque además de poco, les pagas tarde”, detallan a Forbes.

Ese cuadro de situación derivó en la presentación de un informe de riesgo donde se prevé un verano con fuertes cortes de luz, que este medio había anticipado en exclusiva. Los cálculos que le hizo llegar Cammesa al Gobierno son que hay un 20% de posibilidades de que no se pueda abastecer la demanda.

“Ese número es siempre que todo el resto funcione bien y que importes a máxima capacidad. Si se te cae un transformador o una línea o pasa cualquier cosa no tenemos forma de mantener la demanda”, dicen en Cammesa. 

Para revertir esto, sostienen que hay que conseguir el compromiso de los generadores y transportistas de mantener la capacidad al máximo y reducir las pérdidas por potencia reactiva.

Frente a la consulta de Forbes, fuentes de la cartera energética le quitan dramatismo al tema y dicen que los cortes vendrían por el lado de la distribución, como sucede habitualmente. Lo cierto es que, incluso en un marco de plena recesión económica, la demanda no para de romper récords, lo que anticipa un verano muy turbulento.

La última novedad fue la firma de una Resolución que le quita independencia a Cammesa y obliga a solicitar por escrito cada pedido. Otro suceso que motivó la respuesta del Directorio con una nota enviada a Chirillo.

“Al eliminar esa herramienta, ahora, para comprar combustible, necesitamos la instrucción de la Secretaría y la asignación de fondos. Y ellos no quieren darnos ninguna instrucción. Entonces ahí es donde sale la nota del directorio. La discusión es que las transferencias del Tesoro no vienen y no tenés recursos para pagar. Lo que dice la nota es que hay compromisos que están apalancados como importar energía que requieren de garantías de pago. Como tenés un Estado incumplidor, los proveedores extranjeros quieren que la plata esté antes”, explican.