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En la previa del fin del cepo, la Argentina ya siente el impacto de la guerra de aranceles y devaluación del yuan

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La "buena" noticia es que China dejaría de comprarle soja a Estados Unidos y la reemplazaría con el cultivo argentino y brasileño. El precio a mayo ya refleja este nuevo escenario y pueda subir más.

13 Abril de 2025 08.00

Cuando los dos grandotes del barrio se pelean los demás observan cómo lanzan golpes y sacuden sus cabezas, pero al estar cerca, también puede recibir golpes o al menos las esquirlas que generan los choques. Es lo que está ocurriendo con la baja de los precios de las materias primas en los últimos días. Sin embargo, como en toda crisis, también hay oportunidades.

Esto puede darse en un futuro cercano en el mercado internacional de la soja, a partir de la esperable mayor demanda de la República Popular China de porotos de soja de Sudamérica, granos que hoy se abastece de Estados Unidos, lo que deriva en un efecto en los precios, que ya se está observando en la región.

En medio de la guerra arancelaria entre EE.UU. y China "el grano más golpeado fue la soja, debido a que el 65%/70% de las importaciones de poroto a nivel mundial responden a China", aseguró Eugenio Irazuegui, analista de mercados agrícolas en la corredora de granos Zeni. Maíz y trigo están menos afectados dado que la demanda global de China es muchísimo menor.

Estados Unidos es el segundo exportador de poroto de soja al país asiático después de Brasil, por lo que la suba de aranceles dispuesta por Beijing literalmente saca del juego al país norteamericano. "Así hay oportunidades de exportar más para Brasil y, también para Argentina", el tercer proveedor de poroto a China, sostiene el experto.

Se estima que la cosecha de soja llegará a entre 46 y 48 millones de toneladas, dependiendo del rinde final, de los cuales cerca de cinco millones de toneladas se exportan como poroto (sin industrializar) y el 95% de eso va a China.

Desacople de precios

Hay que aclarar que hace años China tiene la política de comprar poroto de soja para hacer la molienda localmente, por lo que importa muy pocos derivados (harina, pellets) y casi nada de aceite de soja. Justamente el aceite también vio caer su precio en los últimos días, arrastrado por la baja del petróleo, que actúa como referencia.

Irazuegui explica que en esta lógica el precio del poroto en el Mercado de Chicago -referencia mundial de valores de los granos- cayó entre 20 y 23 dólares la tonelada, sin embargo, los precios de Sudamérica "se desacoplaron", bajando sólo entre 0,50 y 1 dólar por tonelada y con tendencia alcista.

Desde comienzos de mes Estados Unidos comenzó a cerrar el círculo sobre China, acusando un abultado déficit comercial, para lo que dispuso primero aranceles generales del 25% que, en sucesivas escalas, llevaron la alícuota a un inédito 145% al cierre de esta edición.

Para el resto del mundo se suspendieron por 90 días aquellos aranceles que superaban el tope del 10%, justamente, el porcentaje aplicado a los bienes que exporta Argentina. Hay una línea de negociación abierta para excluir de aranceles a unos 50 productos, pero por ahora sin resultado concreto.

En este "chicken game" de imprevisibles consecuencias, el gobierno chino también subió los aranceles a productos estadounidenses, que ahora deberán pagar 125% para entrar al gigante asiático. Además, decidió devaluar el yuan en dos oportunidades en la búsqueda de ganar algo de competitividad en medio del tembladeral. La moneda china está en su nivel más bajo en 17 años respecto del dólar.

exportaciones soja uruguay

Devaluación y swap

Para Argentina esta devaluación del yuan tiene un doble efecto. Por un lado, "encarece" los productos locales en un contexto de relativo atraso cambiario del peso y, en paralelo, favorece las importaciones de bienes chinos. Pero, además, la devaluación tiene impacto en las reservas del Banco Central, habida cuenta que una parte importante -casi la mitad de las reservas internacionales- son justamente yuanes, producto del swap (intercambio) de monedas que está vigente entre ambos países. El jueves pasado el Banco Central renovó el swap de 5.000 millones por 12 meses más.

"La devaluación del yuan nos va a perjudicar, claramente", sostiene Diego Guelar, exembajador en la República Popular China, Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea. Y explica que no hay manera de evitar el impacto teniendo en cuenta que el intercambio comercial entre China y Estados Unidos alcanza los US$700.000 millones.

En este escenario, Guelar dice que Javier Milei, como presidente pro tempore del Mercosur "debería convocar a los países del bloque más Chile a discutir una posición común frente a los aranceles que dispuso Estados Unidos y las contramedidas de China.

Fernando Landa, titular de la Cámara de Exportadores de la República Argentina, coincide en que la devaluación del yuan "es negativa para el país", y precisó que parte del costo adicional "lo absorba el país de origen" de las exportaciones. Agregó que en medio de los elevados aranceles de Estados Unidos hay varios efectos que ya se ven, como la caída del precio internacional del petróleo, que además tiene impacto en los precios de los commodities agrícolas.

Consultado sobre las posibilidades de aprovechar los espacios que deje libre Estados Unidos en el comercio global, Landa consignó que "hoy tenemos una coyuntura en la que el comercio basado en reglas de la OMC no sabemos si existe". Pese a ello, indicó que en materia de productos agrícolas y alimentos "somos una alternativa de seguridad, pero eso si somos competitivos".

Al respecto, dijo que hay que hacer cosas internamente como eliminar los derechos de exportación o resolver "muy rápidamente la devolución de IVA a las exportaciones, que hasta el USTR (Representación de Comercio de Estados Unidos) dice que tiene largas demoras".

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