Si bien es posible que ya conozcas a Albert Einstein y su Teoría de la Relatividad, vale la pena repasar un poco antes de discutir la teoría de la relatividad financiera.
Hay un ejemplo famoso de su teoría que utiliza un tren. Imaginá que estás jugando al ping pong en un tren y el tren va a 60 kilómetros por hora. La pelota de ping pong va a 5 kilómetros por hora mientras la golpeás de un lado a otro con un compañero.
Entonces, si estás en el tren, la pelota parece viajar a 5 kmh, pero si sos un observador fuera del tren, la pelota parecería viajar a 65 kmh en una dirección (60 kmh más 5 kmh) o 55 kmh en la dirección opuesta (60 kmh menos 5 kmh), ya que la velocidad es relativa en su ecuación E=mc2.
La teoría de la relatividad financiera
Ahora bien, ¿cómo se aplica esto a tus finanzas, especialmente cuando planificás tu jubilación? Bueno, tus finanzas son relativas.
Para empezar, no existe un número mágico que sea perfecto para todos y que signifique que se sentirán lo suficientemente cómodos como para jubilarse. Ahorrar un millón de dólares puede parecer adecuado para una persona, pero puede no ser suficiente para otra.
Tu número de jubilación es completamente relativo a vos y depende de muchos factores; el más importante es cuál anticipás que será el costo del resto de tu vida no laboral y cuánto tiempo anticipás que durará.
La otra parte de la relatividad financiera es la comparación. A menudo nos quedamos estancados en compararnos con los demás: nuestro amigo puede haberse jubilado joven y tal vez no ahorró lo que consideramos necesario, pero tal vez tenga un ingreso extra.
Todo es relativo cuando se trata de finanzas, y tampoco conocés realmente el panorama financiero completo de otra persona, por lo que, si bien parece fácil compararte con los demás, en realidad no podés.
Mirando por la ventana del tren
Tené en cuenta la teoría de la relatividad financiera cuando planifiques tus finanzas, especialmente tu jubilación. Lo que funciona para otra persona probablemente no funcione para vos, y si intentás juzgar tu situación financiera mirando por la ventanilla del tren a otra persona jugando al ping pong, sólo distorsionará tu propia relatividad.
Si bien esto es fácil de decir, puede resultar muy difícil de implementar. Vivimos en una época en la que las redes sociales te echan todo en cara y es fácil sentirse abrumado por el constante gasto o fanfarronería de las personas que te rodean y pensar que te estás quedando atrás o que estás haciendo algo mal.
Tratá de tener en cuenta que tu vida financiera es exclusivamente tuya y, si es posible, trabajar con un asesor financiero puede brindarte esa opinión externa que puede resultarte útil para darte una perspectiva.
*Con información de Forbes US