Como señala el Foro Económico Mundial, “la gran renuncia” es un término acuñado en mayo de 2021 que describe el número récord de personas que han dejado sus trabajos de forma voluntaria desde el comienzo de la pandemia.
Y es que después de más de dos años de pandemia, home office y el auge del trabajo flexible, muchas personas han decidido que el equilibrio entre la oficina y la vida es lo más importante para ellos.
Para algunos especialistas, este fenómeno solo fue impulsado por el Covid-19, pero en realidad es el resultado de una serie de turbulencias coyunturales que desde hace 10 años vienen ocasionando altas tasas de abandono de empleo.
Entre los principales factores que están en juego en esta tendencia se encuentran la jubilación, la reubicación, la reconsideración, la reorganización y el desgano. Y para bien o para mal, todo ellos han llegado para quedarse.
De acuerdo con la Encuesta Mundial de Esperanzas y Temores de la Fuerza Laboral de la consultora PwC (hecha en marzo de 2022 a más de 52.000 trabajadores en 44 países), el salario es el factor principal en las personas que desean cambiar de trabajo, 71% lo citó como una razón clave.
Cabe destacar que la encuesta de PwC, una de las encuestas más grandes de la fuerza laboral mundial, también reveló que uno de cada cinco trabajadores planea dejar su trabajo este 2022.
Si entre tus planes está decirle adiós a tu trabajo próximamente, debes que pensar cómo vas a manejar tus finanzas hasta encontrar uno nuevo.
Cómo preparar tus finanzas para “la gran renuncia”
Comienza con un presupuesto: lo primero que tienes que hacer es analizar tu situación financiera y visualizar cómo se verá afectada una vez que dejes de recibir tu sueldo, ya que no sabes cuánto tiempo durarás así.
Crea un presupuesto donde detalles tus posibles gastos mensuales, estrictamente esenciales, como vivienda, alimentos, transporte, pago de servicios, entre otros; con esto sabrás el monto que necesitas para vivir durante los siguientes meses.
Procura terminar sin deudas antes de renunciar: deshacerte de deudas o préstamos siempre es complicado, incluso cuando se tiene un sueldo, por eso, antes de renunciar, haz un plan para acabar con las deudas. Asimismo, olvídate de adquirir nuevas.
Despídete de los gastos hormiga: para tomar decisiones financieras inteligentes, revisa cada uno de tus gastos y analiza cuáles puedes cambiar o eliminar para obtener un pequeño ahorro. No olvides controlar tus compras impulsivas.
Ahorra: los especialistas recomiendan que antes de renunciar ahorres de tres a seis meses de tu sueldo, lo cual te ayudará a cubrir gastos. Otros sugieren que sea de 12 a 24 meses, ya que no sabes cuánto tiempo te tomará encontrar un nuevo empleo.
Intenta generar ingresos extra: sabemos que si dejas tu trabajo es porque buscas conseguir mejores condiciones, sin embargo, un ingreso extra, como vender algo, en lo que logras conseguir otro empleo no es mala idea.
*Nota publicada en Forbes Centroamérica