Los pronósticos de Cammesa finalmente se cumplieron y este lunes se rompió el récord de demanda eléctrica con 30.240 MW de potencia a las 14.45 de la tarde. Si bien la temperatura superó los 40 grados en gran parte del país y fue el motivo principal que explicó el pico de consumo, hubo un cambio fundamental en la respuesta del sistema.
A diferencia de otras jornadas de este 2025 con temperaturas similares, esta vez no se registraron grandes colapsos que tiraron la demanda hacia abajo, a excepción de los ya tradicionales desperfectos en el NEA de cada mediodía que en este caso tuvieron una menor magnitud.
Una de las mayores sorpresas se dio en el AMBA donde se perforaron los 10.600 MW de potencia que muchos especialistas marcan como el límite técnico a partir del cual suelen producirse cortes y aun así los incidentes fueron mínimos.
Edenor registraba apenas 1.750 usuarios sin servicio, mientras que Edesur tenía 10.112 hogares afectados, valores muy bajos para días de tanto estrés.
Para atender estos picos, el sistema debió apelar a toda su capacidad -incluidas las máquinas de menor eficiencia que no suelen ser confiables debido a su antigüedad- y a la importación de más de 1.600 MW desde tres países limítrofes, principalmente Brasil.
A su vez, el sistema de reducción voluntaria de demanda de grandes industrias evitó el consumo de 110 MW por parte de Aluar (50 MW), Siderca (50 MW), Papel Prensa (5 MW) y Renova (5 MW), los cuales recibieron un resarcimiento a cambio de entre 316.000 y 367.000 pesos por MWH.
En el momento del récord de demanda, el 58% de la energía provenía de las centrales térmicas, el 17% de las grandes hidroeléctricas, el 16% de energías renovables, el 4% de la nuclear y el 5% de importación.
Desde un punto de vista geográfico, el Gran Buenos Aires fue la región que aportó la mayor generación con 5.469 MW, el resto de la provincia bonaerense generó 4.319 MW, el Litoral 4.220 MW, el Comahue 3.600 MW, el NOA 3.363 MW, el NEA 2.800 MW, el resto de la Patagonia sur 1.800 MW y Cuyo 1.700 MW.