Costco, la segunda cadena de consumo minorista más grande e importante del mundo, justo por detrás de Walmart, dio a conocer los resultados financieros del segundo trimestre fiscal del año.
En primer lugar, reportó ingresos por US$ 21.610 millones, una cifra claramente inferior a los US$ 49.580 millones pronosticados por los analistas de Wall Street. A su vez, informó un beneficio por acción (EPS, por sus siglas en inglés) de US$ 2,95, cuando el consenso esperaba, al menos, US$ 2,97.
Afortunadamente, a pesar de los malos resultados trimestrales, las acciones de la compañía continuaron creciendo. En lo que va del 2022, acumulan una suba del 6%. Desde el mínimo del año, el retorno se expande al 28%.
Sin embargo, lo que hace ruido entre los inversores es el futuro de Costco en cuanto a su gestión. A principios de año, se ascendió a Ron Vachris a presidente y director de operaciones. El ejecutivo, de 56 años, también comenzó a formar parte de la junta directiva de la empresa, lo que es todo un honor para él, ya que está en Costco desde 2010, tiempo en el que ejerció diversas posiciones: vicepresidente ejecutivo y director de Operaciones de Comercialización, vicepresidente senior de Desarrollo Inmobiliario y gerente general de la Región Noroeste, entre otras.
El "problema" de este cambio no es la situación presente, sino las proyecciones acerca del futuro de Costco. Actualmente, el director ejecutivo de la empresa es Craig Jelinek, mientras que el director financiero es Richard Galanti. Esta dupla estuvo al mando durante varias décadas, en las cuales los resultados financieros de la compañía y su situación corporativa fueron sobresalientes.
Sin embargo, nunca se habló de lo que podría llegar a pasar en caso de que estos ejecutivos renuncien o fallezcan, hasta ahora. De acuerdo a los analistas de Wall Street, el reciente ascenso de Vachris podría estar dando a entender que será el próximo líder de la empresa, responsable de dirigir todo.
Aunque aún no hay nada confirmado y solo son conjeturas del mercado, el viejo dicho "si no está roto, no lo arregles" viene a la mente, de acuerdo a un análisis de Grocery Dive.
En otras palabras, los analistas e inversores temen que, en el mediano plazo, haya un cambio de rumbo de la compañía por la sucesión de liderazgo que podría afectar al rendimiento de la empresa y sus acciones, lo que le daría una ventaja a Walmart, el principal rival.