El sector foresto-industrial argentino levantó su voz para oponerse contra la reciente decisión del presidente Javier Milei de imponer un 15% de retenciones a las exportaciones, medida contenida en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023. Este sector, que juega un papel vital en la economía de varias provincias argentinas, sostiene que estas retenciones tendrán un impacto negativo en su rentabilidad, generación de empleo y contribución a las economías regionales.
La Asociación Forestal Argentina Regional de Corrientes lanzó, por su parte, un enérgico reclamo a través de un documento dirigido al ministro de Producción de la Provincia, Claudio Anselmo. En el texto, expresan su profunda preocupación por las medidas económicas del Gobierno que proponen aplicar un 15% de retenciones a las exportaciones de productos forestales. Advierten que esta medida condicionará las exportaciones, disminuyendo la rentabilidad en un 90% y afectando significativamente la economía y generación de empleo en el sector.
En el documento, solicitan al gobierno de la provincia que realice gestiones ante las autoridades nacionales para excluir ciertos productos de la cadena forestal de estas retenciones. Entre los productos mencionados se encuentran taninos, la producción de resina de pino y sus derivados, colofonia y trementina; pellets de madera, rollos de pino y eucalipto, madera, tableros, pastas químicas, papel y cartón, y muebles y casas de madera.
La protesta del sector foresto-industrial ganó aún más visibilidad a través de un video viral y una carta dirigida directamente al presidente Javier Milei, protagonizados por Ronald Vera, un profesional del sector que opera en diversas provincias del país. En la carta, Vera destaca la contribución esencial del sector a la generación de empleo y su papel crucial en la captura de dióxido de carbono, subrayando la neutralidad de carbono del sector foresto-industrial.
"Nosotros no solo producimos madera", afirma Vera. El sector abarca una amplia gama de productos, desde papeles y cartones hasta productos destinados a la industria alimenticia. Además, destaca que el sector genera su propia energía y subraya la imposibilidad de absorber retenciones, incluso en porcentajes bajos, debido a los magros márgenes de ganancia del sector. "Nuestro sector no está en condiciones de absorber una retención de, ni siquiera, el 3 por ciento; en el mejor de los casos la rentabilidad del sector no supera hoy el 5 por ciento", detalla.
El sector foresto-industrial en Argentina: crecimiento y potencial
El sector foresto-industrial en Argentina se presenta como un tejido complejo y multifacético, cuyas raíces se extienden por todo el territorio nacional. De acuerdo con datos del Censo Nacional de Aserraderos 2015-2018, el país alberga aproximadamente 2.200 aserraderos, y una porción significativa de estos se encuentra anclada en las tierras de Misiones y Corrientes, representando un tercio del total.
En el año 2020, la producción de madera aserrada alcanzó la cifra de 3.1 millones de metros cúbicos, según datos oficiales de la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial en 2022. Esta producción, sin embargo, experimentó altibajos a lo largo de los años. En 2011, el sector alcanzó un hito histórico con exportaciones por un valor de US$ 1000 millones.
No obstante, desde entonces, ha enfrentado desafíos que llevaron a la pérdida de mercados, aunque esporádicamente logró recuperar terreno en momentos de variaciones bruscas en el tipo de cambio. El año pasado, las exportaciones descendieron a u$s 622 millones, reflejando la complejidad y volatilidad del mercado internacional.
En el informe "La foresto-industria en Argentina", publicado por el Ministerio de Economía en marzo de 2023, se delinean las oportunidades, desafíos y líneas de acción para impulsar una estrategia productiva en el sector foresto-industrial. Este documento proyecta un horizonte ambicioso hacia 2030: un aumento en la participación del empleo registrado nacional del 1.1% al 1.6%, un incremento de más de u$s 1.500 millones en exportaciones y la sustitución de importaciones.
La implementación de una política estratégica en este sentido podría generar 60.000 nuevos empleos formales, atraer inversiones por US$ 7.000 millones, revertir el histórico déficit de la balanza comercial sectorial, aumentar la superficie forestal plantada a 2 millones de hectáreas y contribuir a los compromisos asumidos por Argentina en la mitigación del cambio climático.
No obstante, estos prometedores horizontes contrastan con los márgenes de ganancia apretados que caracterizan al sector foresto-industrial. En los últimos 15 años, el sector ha enfrentado pérdidas de mercados de exportación, en parte atribuibles al retraso cambiario y las retenciones, que en algún momento alcanzaron el 5 por ciento y fueron eliminadas después de persistentes reclamos. Estos desafíos económicos delinearon la capacidad del sector para adaptarse y competir en un mercado internacional dinámico y exigente.
Más allá de las cifras y los desafíos, el sector foresto-industrial juega un papel vital en la sostenibilidad ambiental y la diversificación industrial del país. La madera, como recurso renovable, reciclable y carbono neutral, tiene aplicaciones diversas, desde la producción de papeles y muebles hasta la construcción de viviendas y la generación de energía. Su plantación, extracción e industrialización demandan una red compleja de industrias y servicios complementarios, abarcando desde la química hasta la ingeniería y el diseño.
Los productores de resina se suman al reclamo
La imposición de retenciones afectaría la competitividad en los mercados internacionales, ya que las naciones vecinas del país no aplican retenciones a producciones similares. Además, las estructuras de costos del sector están estrechamente vinculadas a la logística, en particular al combustible y la energía, factores que ya representan costos significativos.
El segmento de la foresto-industria dedicado a la producción de resina de pino, colofonia y trementina sufrió recientemente diversas adversidades, desde condiciones climáticas adversas hasta la crisis económica global. "La solicitud de revisión de derechos de exportación responde a la necesidad de este subsector de adaptarse a un mercado internacional cambiante", profundiza el Ing. Marcelo Carbonell, productor primario de Corrientes.
Y concluye: "La clave para el futuro del sector foresto-industrial radica en encontrar un equilibrio entre las medidas económicas necesarias y la preservación de una actividad vital para la economía, el empleo y el medio ambiente".