La salida del cepo cambiario llegó junto a otra medidas trascendental que facilita el flujo de dinero y favorece el ingreso de dólares desde el exterior. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó el martes que autorizó a inversores no residentes a acceder al Mercado Libre de Cambios (MLC), sin conformidad previa, para la repatriación de las nuevas inversiones que realicen. Existe, sin embargo, una condición: que esos capitale se queden al menos 6 meses para evitar una crisis similar a la de 2018, cuando los capitales salieron masivamente del país por el complejo contexto internacional -Trump era presidente en Estados Unidos, guerra comercial con China incluída, y la FED había subido la tasa- y generaron una de las peores corridas cambiarias para la desordenada economía local.
"El carry trade Extranjero (como fue siempre) hasta hoy era cero. Desde ahora pueden venir a invertir en Argentina. En 2018 la inversion de extranjeros en moneda local llego a ser cerca de U$S27.00 millones. Hasta hoy eso era cero", apuntó el economista Fernando Marull. El dato da cuenta del enorme potencial que existe a partir de ahora, con atractivas tasas de interés en pesos, para el ingreso de dólares frescos más allá de la liquidación del campo. Ese flujo puede contribuir a bajar el riesgo país y, particularmente, a acumular reservas.
El BCRA necesita acumular unos US$ 2.000 millones hasta junio, lo que en plena cosecha gruesa luce una cifra accesible aun a pesar de la vigencia de la banda que impide al Central comprar dólares por debajo de $1.000.
"Siguiendo el mismo criterio que se aplica a los flujos financieros vinculados al financiamiento externo, el acceso al Mercado Libre de Cambios quedará supeditado a la previa liquidación en dicho mercado del monto correspondiente a la inversión original", detallaron desde el organismo comandado por Santiago Bausili.
Hasta el momento, las compañías del extranjero que obtenían beneficios, ya sea por inversiones de la economía real o por inversiones bursátiles, se veían obligadas a transferir el dinero hacia sus matrices mediante la bolsa (dólar CCL). Sin embargo, el Banco Central ahora busca que la situación se normalice y se alinee con la de países sin cepo.
Lo más importante de la flexibilización es que las inversiones requerirán un período mínimo de permanencia de seis meses, que deberá ser verificado por la entidad financiera que concrete la operación de ingreso.
Según EPyCA Consultores, se trata de una regulación macroprudencial que busca atraer flujos de inversión sin incentivar movimientos especulativos de corto plazo. "Desde EPyCA esperamos que esta normativa no se relaje a futuro. También se les habilita a esos inversores extranjeros el uso del mercado de futuros como mecanismo de cobertura", detallaron los especialistas.
Por su parte, el economista especialista en finanzas Adrián Moreno indicó que esta era "una de las cuestiones a resolver" con el fin de atraer capitales a nuestro país, ya que así se tiene un marco normativo más previsible y atractivo pero menos especulativo.
"Este proceso de estabilidad institucional se vincula también con que el BCRA apunta a que los activos financieros argentinos puedan cumplir con criterios de elegibilidad para índices internacionales, mejorando su visibilidad y atracción para fondos institucionales y otros vehículos de inversión globales, lo cual podría vincularse con la recategorización de Argentina en algún momento hacia emergente", detalló el ejecutivo.
En este caso, si Argentina efectivamente pasa de "mercado independiente" a "mercado emergente", entonces grandes inversores y fondos de inversión estarían habilitados para colocar su capital en acciones y bonos locales, lo que mejoraría el volumen de operaciones y, en el mejor de los casos, impulsaría al alza los precios.