Los dólares libres se "despertaron" en las últimas jornadas y borraron todas las ganancias del "carry trade", lo que expuso el peligro de esta estrategia que en el último año se puso de moda y se masificó entre ahorristas e inversores inexpertos.
Puntualmente, el dólar MEP pasó de los $1.050 de principios de diciembre a los actuales $1.130, lo que implica un crecimiento del 7,6%. En tanto, el tipo de cambio blue avanzó un 13% en el periodo desde los $1.050 hasta los $1.190 actuales.
Si bien hubo muchas formas de "hacer tasa" en pesos en los últimos meses para generar grandes retornos en dólares, el beneficio nominal conseguido en promedio oscilaba entre el 2,5% y el 3,2% mensual.
Por lo tanto, quien apostó por esta estrategia especulando con una caída o estabilidad del tipo de cambio en el muy corto plazo ahora estaría afrontando una pérdida en moneda dura de casi el doble.
Dentro de los más damnificados, se encuentran los ahorristas que decidieron colocar sus pesos en depósitos a plazo fijo a 30 días, ya que no tuvieron la liquidez suficiente para desarmar posiciones y dolarizarse apenas arrancó a subir el dólar.
En cambio, los que optaron por fondos comunes de inversión del mercado monetario, cauciones o directamente letras de capitalización (Lecaps) del Tesoro pudieron haber tenido un mayor margen de maniobra.
"Uno por un periodo particular puede llegar a capturar una buena rentabilidad, pero luego tiene que cerrar posición y estar dolarizado", señaló el asesor financiero Fernando Villar, quien agregó que, con un horizonte de mediano o largo plazo, resulta sensato apostar por obligaciones negociables, bonos soberanos, acciones o Cedears que estén vinculados al dólar.
Por su parte, el consultor Abel Cuchietti coincidió en la visión de dolarizar para el largo plazo. "Yo invertiría, porque se supone que uno después sigue teniendo flujo de pesos y tiene la posibilidad de seguir comprando si bajara a precios más baratos todavía. Entonces, quedás dolarizado", indicó.