El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, celebró el acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y destacó que “puede cambiar las reglas del juego” a nivel internacional.
Stiglitz fundamentó su posición en que “un nuevo proyecto ha evitado la austeridad”, reafirmando su postura contraria a los planes de ajuste que habitualmente promueve el organismo internacional.
El economista publicó una columna de opinión en la página web “Project Syndicate”, fechada en Nueva York.
“Es bien sabido que el viejo modelo de austeridad no funciona. No solo hace que la economía se contraiga e inflija dificultades excesivas a la población; tampoco cumple ni siquiera los objetivos estrechos de reducir los déficits y aumentar la capacidad de un país para pagar a los acreedores”, afirmó.
Stiglitz había formulada polémicas declaraciones semanas atrás cuando había hablado de que la economía argentina había producido un milagro por su recuperación en 2021.
“Los defensores de la austeridad han afirmado tener éxito en algunos países. Pero estas eran economías pequeñas lo suficientemente afortunadas de tener socios comerciales que estaban disfrutando de un auge en el momento en que se implementó la austeridad”, añadió.
Stiglitz recalcó que “Argentina ha demostrado los méritos de una estrategia alternativa centrada en el crecimiento. Cuando se permite que la economía se expanda, los ingresos fiscales pueden aumentar rápidamente”.
Stiglitz insistió en sus cuestionamientos al organismo al sostener que “otorgó su préstamo más grande al gobierno de Macri en 2018, sin siquiera imponer condiciones para prohibir que el dinero se use para financiar salidas de capital o pagar deudas insostenibles a acreedores privados”.
El profesor de la Universidad de Columbia señaló que “con una inflación del 50,9% en 2021 , hay quienes insisten en que Argentina necesita un programa recesivo para controlar los precios. Pero incluso si la austeridad renovada lograra este objetivo, el remedio sería peor que la enfermedad”.
“El nuevo acuerdo de Argentina con el FMI es solo el comienzo. Pero siempre habrá quienes anhelen el viejo FMI, con sus condicionalidades contractivas, a menudo duras o procíclicas”, afirmó.
Finalmente sostuvo que “las viejas ideas tardan en morir (no importa cuántas veces se demuestre lo contrario), y la reconstrucción de las instituciones es un proceso lento. Afortunadamente, el nuevo acuerdo del FMI permitirá a Argentina enfrentar los desafíos que enfrenta, en lugar de atarse las manos”.
* Escrito por Roberto Pico para NA