La soja alcanzó su precio más alto en una década al concluir la jornada en US$ 650 la tonelada en el mercado de Chicago y encadenar su cuarta suba consecutiva y quedar a menos de un dólar de alcanzar un nuevo récord histórico.
El contrato de julio de la oleaginosa subió 1,66% (US$ 10,66) y quedó a tiro de superar los US$ 650,74 registrado el 4 de septiembre de 2012, precio que hasta el momento se considera como el más alto de la historia para el commodity.
No obstante, durante buena parte de la jornada esta posición llegó a superar esa marca con valores superiores a US$ 655 la tonelada, para retroceder en las últimas horas y cerrar en US$ 650.
El contrato de agosto se ubicó bastante por debajo de ese precio y finalizó la jornada a US$ 617,20 la tonelada, mientras que la harina de soja tuvo un salto de 2,86% (US$ 13,12) hasta los US$ 471,23 la tonelada.
Por su parte, el aceite de soja cayó 0,37% (US$ 6,83) para concluir la sesión a US$ 1.821,65 la tonelada.
Los principales fundamentos que impulsaron a la soja al alza y a quedar a centavos de romper el récord, estuvieron ligados a la fuerte demanda de mercadería estadounidense, en un contexto donde la guerra entre Rusia y Ucrania oficia como sustento de los precios y en el que el denominado "mercado climático" tiene cada vez mayor peso.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) informó hoy exportaciones semanales de la campaña 2021/22 de 429.900 toneladas, por encima de las 111.600 toneladas del reporte anterior y dentro del rango previsto por los operadores, de entre 100.000 y 500.000 toneladas.
Asimismo, las ventas 2022/2023 fueron relevadas en 595.300 toneladas, por encima de las 284.000 toneladas de la semana pasada y dentro del rango esperado por los privados, de entre 200.000 y 700.000 toneladas, especificó la corredora de granos Granar.
A este "driver" se sumaron las expectativas del mercado de que mañana el USDA realice un nuevo recorte a los stocks estadounidense en su informe sobre oferta y demanda mundial de granos.
"El promedio de las estimaciones privadas ubicó el stock de cierre de la campaña en 5,93 millones de toneladas, debajo de los 6,39 millones del reporte de mayo", puntualizó corredora Granar. El director de la consultora Agritrend, Gustavo López, dijo a Télam que la merma en las existencias no solo se debe a mayores exportaciones, sino también al ritmo de molienda de Estados Unidos, "que están a niveles muy altos, porque necesitan más aceite para consumo interno y biocombustibles".
López señaló en EEUU "están haciendo una expansión de la capacidad de industrialización porque han descubierto un aceite (llamado HVO) que se puede transformar fácilmente en biocombustible y se puede mezclar sin grandes problemas con los combustibles fósiles, lo cual impulsa el procesamiento". Por su parte, el analista de mercados de la corredora Grassi, Juan Manuel Uberti, planteó que "en adelante, la principal atención o fenómeno de impacto será el informe del USDA de mañana como primer punto".
"Lo que publique el organismo respecto de existencias para el actual ciclo, el nuevo (2022/23) y producción en Sudamérica, podría traer aparejado correcciones si es que difiere notablemente de lo ya descontado por el mercado", agregó al respecto. En cuanto al mediano plazo, Uberti sostuvo que "el devenir climático en Estados Unidos jugará un rol crucial. La etapa de siembra atravesará su etapa final en los próximos días y luego comenzará a jugarse el partido de los rindes en función de cambios en los mapas de pronósticos. Al momento, no parece haber mayores amenazas a la vista, pero no deben descartarse ruedas con volatilidad respecto de estos fenómenos".
Esta nueva suba se da en un contexto donde ya se cosechó el 97,4% de la soja sembrada en Argentina, con una producción acumulada de 42,6 millones de toneladas, camino a obtener las 43,3 millones de toneladas estipuladas para el cultivo por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Por otro lado, las exportaciones proyectadas del complejo sojero cerrarían con un valor récord de US$ 23.863 millones, que de concretarse significaría un aumento del US$ 387 millones respecto a lo despachado en 2021, según cálculos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El mayor salto estipulada se dará en los embarques de aceite de soja, que alcanzaría los US$ 8.069 millones, US$ 968 millones más que el año pasado, seguido por los despachos de biodiésel, que sumarían US$ 273 millones más hasta los US$ 1.763 millones, mientras que las exportaciones de harina/pellets de soja pasarían de US$ 12.105 en 2021 a US$ 12.297 millones este año.
En contraposición, para los embarques de poroto se prevé una fuerte baja de US$ 1.047 millones, por lo que se estima el ingreso de US$ 1.734 millones para este año, cifra muy por debajo de los US$ 2.780 millones de 2021.