Luego de varias idas y vueltas, el Gobierno confirmó que a partir de abril empezarán a regir los nuevos precios del gas natural de redes que llegarían a multiplicarse por cuatro en el segmento residencial y hasta por diez en los casos más extremos del rubro comercial.
Los grandes perjudicados serán los comerciantes de menor consumo que hasta ahora pagaban una tarifa muy baja similar a la de usuarios residenciales de bajos ingresos y desde el mes próximo abonarán el precio pleno sin subsidios.
El otro sector que pagará tarifa plena será el de altos ingresos (N1), con la diferencia que ya venía pagando un precio un poco más elevado. De todas formas, la suba en este segmento se acercará al 200% en una primera etapa y pasará al 350% entre mayo y septiembre con la vigencia de los valores de invierno.
De este modo, en abril el precio se ubicará entre 2,79 y 2,95 dólares el millón de BTU según la distribuidora, entre mayo y septiembre pasará a un rango de 4,26 y 4,50 dólares y en octubre volverá a la primera fase por la baja estacional de cada verano debido al menor consumo.
Un dato curioso es que la provincia de Neuquén, la principal productora gasífera del país por amplia diferencia, pagará el precio más caro junto a unas pocas provincias que no tienen actividad hidrocarburífera. La diferencia es de unos pocos centavos, pero incrementa el malestar del distrito patagónico que hasta ahora tenía diversos beneficios por su aporte con Vaca Muerta.
En el caso de los usuarios de bajos y medios ingresos (N2 y N3), habrá una transición hasta empalmar con el precio pleno. En abril, pasarán de pagar 0,2 y 0,4 dólares el millón de BTU, respectivamente, a un promedio de 0,77 y 1,15 dólares.
En mayo se mantendrán estos valores, pero en junio convergerían al precio invernal de los N1 cuando entre en vigencia el nuevo esquema de subsidios denominado Canasta Básica Energética, según anticiparon fuentes oficiales a Forbes.
En ese momento, la segmentación de tres categorías (N1, N2 y N3) dejaría de funcionar para darle lugar a este sistema que tendría un único precio y donde los beneficiados con subsidios se identificarían a partir de un cruce de información que considere los ingresos de cada hogar, algo que muchos expertos creen que será difícil de implementar.
Otro dato importante es que el tipo de cambio al cual se convierte el precio fijado se actualizará todos los meses con un valor promedio entre los primeros quince días según la cotización del Banco Nación.
Para terminar de conocer el precio final de la tarifa, todavía resta conocer el aumento otorgado en concepto de Valor Agregado de Distribución. Es decir, los segmentos de transportistas y distribuidoras. En ese sentido, fuentes allegadas a Metrogas indicaron a Forbes que la última vez que se cumplió con la ley que establece una Revisión Quinquenal de Tarifas (RQT) fue en 2016/17. El resto de los ajustes en la componente distribución, tanto antes como después fueron los llamados ajustes transitorios, que se realizaron de manera discrecional a decisión de cada gobierno de turno. No hace falta decir que nunca estuvieron al nivel de la inflación, muy por el contrario. Fue una tarifa muy baja y de valores irrisorios para el transporte y la distribución, lo que puso en riesgo la operatividad de algunas empresas de servicio, destacaron.