En el primer semestre del año, la inversión que mejor rindió fue el plazo fijo UVA (unidad de valor adquisitivo), ya que avanzó un 125%, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) creció casi un 80% en el periodo.
De esta forma, aquel ahorrista "común y corriente" que no necesariamente es un experto en finanzas, pero que simplemente apostó a la lógica de que los precios iban a seguir subiendo, pudo proteger cómodamente su poder adquisitivo.
Además, obtuvo una gran ganancia en dólares: mientras que el retorno en pesos del plazo fijo UVA fue del 125% en pesos en los primeros seis meses del 2024, el tipo de cambio libre creció “apenas" un 35%.
“El plazo Fijo UVA fue una opción muy destacada en Argentina durante el primer semestre del año, especialmente en un contexto de alta inflación. Recordamos que su rendimiento se ajusta por el coeficiente de estabilización de referencia (CER), que sigue la evolución del índice de precios al consumidor, lo que resulta atractivo en países como el nuestro”, explicó la asesora financiera Martina Del Giudice.
No obstante, de cara al futuro, la situación podría ser bastante diferente para este vehículo de ahorro. “El plazo fijo UVA durante la primera mitad del año fue una de las inversiones que más ganó, principalmente porque la inflación fue altísima en los primeros dos, tres meses del año. Luego, creo yo que, con la baja que se está viendo en la inflación, que por lo que se ve en muchas perspectivas de muchos informes y demás debería continuar a la baja, no sé si va a tener un rendimiento similar”, estimó el especialista en finanzas Fernando Villar.
Por otra parte, además del menor rendimiento por la caída de la inflación, hay que recordar que invertir en plazo fijo UVA conlleva un gran problema: la falta de liquidez.
“Un tema no menor por el cual en el mercado no somos amantes de estos instrumentos es que el plazo fijo UVA tiene un plazo mínimo de 180 días, lo que lo hace menos flexible que otras opciones. Esto es una desventaja para aquellos que necesiten liquidez más corta o desarmar posiciones para cambiar de estrategia”, mencionó Del Giudice.
Además, en el mediano plazo, es altamente probable que haya una unificación cambiaria que pueda implicar un salto del dólar oficial y/o una baja del tipo de cambio libre. Pero como no se sabe con exactitud qué mecanismo aprovechará el Gobierno, el riesgo de una devaluación del peso está presente, lo que le resta atractivo al ilíquido plazo fijo UVA.
“Un plazo fijo que genera una colocación en pesos puede salir perdiendo. Yo ahí elijo principalmente otras opciones para el cortísimo plazo en pesos y luego, digamos, para el mediano plazo o el largo, estar más bien con alternativas dolarizadas u otras opciones de mayor riesgo”, señaló Villar.
Y en cuanto a las otras alternativas, Del Giudice hizo referencia a la amplia y diversificada oferta que brinda el mercado de capitales: “Para inversores que estén menos optimistas respecto al camino de desinflación, en el mercado se está viendo atractivo en el tramo medio/largo de la curva CER, la cual está rindiendo arriba de CER +10% de TIR. La diversificación podría ser clave en un escenario de incertidumbre”.