El petróleo ya se recuperó un 30%: ¿Una buena inversión para los argentinos?
Si bien los inversores no pueden evitar una potencial suba del commodity, lo cierto es que sí pueden reordenar sus carteras de inversión y añadir activos vinculados al sector petrolero para obtener un beneficio económico.

Desde el mínimo de US$ 68 por barril registrado en diciembre de 2023, el precio del petróleo ya se recuperó casi un 30% hasta ubicarse en el rango de los US$ 87 por barril. De esta forma, la materia prima energética se posiciona en un nivel no visto desde el pasado octubre.

En los últimos tiempos, su tendencia alcista se aceleró, principalmente, por la inestabilidad geopolítica global, liderada por el conflicto en Israel y la guerra en Ucrania. No obstante, también hubo recortes de producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+).

En este contexto, el mercado está muy atento a la zona actual de precios de entre US$ 85 y US$ 90 por barril, que actuaría como resistencia, al menos de corto plazo, a pesar de los aspectos fundamentales que desequilibran la oferta y demanda.

 

"Me cuesta pensar que esa zona vaya a ser quebrada en forma directa. Me parece que, por lo menos desde ahí, podemos tener alguna corrección parcial. Pero, si la supera, se libera un movimiento de avance mucho más importante que indudablemente va por encima de los US$ 100", comentó Rubén Ullúa, analista técnico de mercados financieros.

En caso de que el petróleo sobrepase los US$ 100 por barril, como sucedió durante gran parte del 2022, la inflación en Estados Unidos y el resto del mundo volvería a recalentarse, impactando negativamente en toda la economía y el comercio internacional.

"Si el mercado se consolida en términos de suba y ya nos encaminamos a los niveles de US$ 100 o por encima… ahí las cosas pueden empezar a ser un poquito más complicadas en términos de bolsa, en términos de tasa, en términos de dólar, de todo", añadió Ullúa.

 

Si bien los inversores no pueden evitar una potencial suba del commodity, lo cierto es que sí pueden reordenar sus carteras de inversión y añadir activos vinculados al sector petrolero para obtener un beneficio económico.

De acuerdo a Fernando Villar, asesor financiero independiente, una de las alternativas es la compra de acciones (o Cedears) de empresas energéticas, como ExxonMobil, Chevron, YPF, Vista Oil & Gas, British Petroleum, entre otras. En este caso, aunque la correlación con el barril no sería perfecta, alcanzaría para gozar de una revalorización.

A su vez, en caso de que el objetivo sea estar más diversificado y operar de una forma más sencilla, existe la posibilidad de invertir en el fondo cotizado (ETF) del sector energético XLE, que replica el comportamiento de las compañías petroleras del S&P 500, ponderadas por capitalización bursátil.

 

"Este ETF tiene principalmente ExxonMobil y Chevron, con cerca del 20% en cada una, pero después también tiene ConocoPhillips y otras petroleras a nivel mundial, que permite verse bastante beneficiado por esta suba", explicó Villar.

Por otra parte, el mercado argentino también permite comprar y vender futuros de petróleo, los cuales se negocian en Matba Rofex, si el inversor es algo más agresivo y cuenta con los conocimientos bursátiles necesarios para armar estrategias con derivados.

En cambio, alguien más conservador puede adquirir obligaciones negociables de empresas petroleras, como YPF o Vista, por ejemplo, para cobrar rentas periódicas en dólares con baja volatilidad.

Y si es posible acceder a una cuenta comitente en el exterior, entonces siempre se puede optar por comprar directamente un ETF que copie la evolución del barril de petróleo, que sería lo más efectivo.