El impacto de la sequía comenzó a consolidar la tendencia recesiva que esperaban los analistas para este año. Los últimos datos oficiales marcan que la actividad económica acumuló el peor arranque en un año electoral desde 2013, cuando el oficialismo perdió las elecciones legislativas de aquel año. Casualmente, fue el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien venció en la provincia de Buenos Aires al candidato por el Frente para la Victoria (FPV), Martín Insaurralde. Ahora, el tigrense deberá enfrentar las presidenciales como cabeza de lista de la coalición gobernante que lidera el kirchnerismo con una economía golpeada.
El Indec publicó este martes su Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) correspondiente a mayo. El indicador arrojó una caída del 5,5% interanual, la más alta desde la pandemia, y del 0,1% mensual desestacionalizado.
A nivel sectorial se destacó el desplome de 44% anual que tuvo el Agricultura, ganadería, caza y silvicultura por el efecto de la sequía, el cual se materializó con mayor fuerza desde que comenzó el segundo trimestre. Fue la mayor merma para ese rubro desde que se tiene registro en la serie del organismo estadístico, mientras que en lo que va de 2023 el retroceso es del 29% acumulado. El segundo segmento de mayor baja fue pesca (-23%), seguido por electricidad, gas y agua (-7%) y transporte (-3%).
Los sectores con mayor incidencia presentaron una moderada expansión, pero no fueron suficientes para revertir la tendencia: comercio (3%), construcción (2%) e industria (0,1%). Explotación de minas y canteras (+5,3%) y hoteles y restaurantes (4,1%) continúan como los más dinámicos.
La consultora LCG explicó que con las caídas que mostró el Emae los últimos dos meses (1,9% acumulado), se diluyó el crecimiento conseguido durante el primer trimestre (1,3%). “En efecto, corridos 5 meses la economía promedia una caída de 0,12% mensual desestacionalizada”, añadieron.
Si se hace un repaso de la última década, el panorama electoral del Gobierno parece complicarse. Desde Aurum Valores señalaron que el PBI se encuentra 3% por debajo del último pico en julio de 2022 antes de que asuma Massa como ministro de Economía y se ubicó 3,7% por debajo del máximo histórico de noviembre de 2007.
“Hasta mayo es el peor arranque de la actividad en un año electoral desde 2013”, precisó la sociedad de bolsa. Fue ese año que Sergio Massa se había vuelto oposición del Gobierno de Cristina Kirchner, a quien venció en las elecciones legislativas como candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
El ahora ministro de Economía será el principal candidato presidencial del frente oficialista Unión por la Patria con una economía que comenzó su fase recesiva. Hacia adelante, los efectos directos de la seca y los indirectos como la escasez de dólares para importar jugarán en contra del único activo que sostenía la actual gestión: una recuperación del PBI tras la crisis durante el Gobierno de Mauricio Macri y la pandemia.
“Para adelante será difícil esperar un flujo de importaciones similar al del primer trimestre, que el consumo traccione en la medida que los salarios y beneficios sociales pierden poder adquisitivo con la aceleración de la inflación, que se reanude la inversión ante la cercanía de las elecciones presidenciales, y que el sector público pueda contribuir positivamente teniendo que lograr alguna convergencia en sus cuentas. Con todo, esperamos una caída de la actividad en torno 2,7% anual promedio en 2023”, proyectó LCG.
En ese sentido, la consultora ACM sostuvo: “El contexto actual de escasez de reservas condiciona la posibilidad de disponer de divisas para importaciones, pudiendo provocar un impacto negativo adicional en la actividad para lo que resta del año. Dado estos factores, continuamos esperando que la actividad económica presente una caída cercana al 3% anual, influenciado principalmente por lo registrado en este trimestre”.