Al comienzo de la jornada en la Argentina, la onza de oro continuaba hoy con su tendencia al alza en los Estados Unidos y cotizaba a US$ 1.944,71; superando sus ganancias de septiembre de 2011, debido a las renovadas tensiones entre el país y China, y a la incertidumbre por la evolución de la pandemia de coronavirus.
La cotización del metal registra una suba diaria superior al 2%, que elevó el valor de la onza en más del 28% durante los primeros siete meses del año, lo que lo convierte en uno de los activos más destacados de 2020, según la agencia de noticias Europa Press. Por su parte, la plata trepaba un 5,5%, acumulando un avance superior al 30% en julio, que se encamina a convertirse en su mejor mes desde que existen registros.
Los mercados bursátiles parecían inciertos antes de una avalancha de resultados corporativos. Las bolsas europeas tuvieron un flojo inicio de sesión, afectadas tal vez por su primera caída semanal en las últimas cuatro y las fuertes ganancias del euro, que operaba por encima de los 1.17 dólares; pero lo que dominaba era el avance de los metales preciosos.
La escalada del oro coincide con el aumento de las tensiones políticas entre Estados Unidos y China, mientras persisten las tiranteces comerciales entre ambas potencias, como prólogo de la publicación de las primeras estimaciones del PBI del segundo trimestre para la economía estadounidense y la Eurozona, que se espera arrojen datos históricamente negativos por el impacto del virus.
No obstante, a pesar de la meteórica suba de la cotización del oro, al incorporar el efecto de la inflación esta se mantendría por debajo de los niveles reales de 2011 y muy lejos todavía de los máximos de 1980.
Shafali Sachdev, de BNP Paribas Wealth Managment en Singapur, en relación a esto expuso que hay varios factores en juego para los mercados: desde la tensión entre el país de Donald Trump y Xi Jinping hasta una segunda ola de brotes de Coronavirus. Además, afirmó que “todo juega a favor del fortalecimiento del oro”, remarcando que en este momento “no parece haber un factor obvio que pueda ayudar a parar esta tendencia”.
El momento ideal para invertir en oro: cómo hacerlo
Allen Sukholitsky, fundador y director de estrategia macroeconómica de Xallarap Advisory, en diálogo con Forbes US reconoció meses atrás que “el oro es una inversión tan polarizada que los inversores suelen dividirse en dos bandos: los que creen que debería ser su única inversión y los que no lo consideran una inversión”. Según su mirada, el oro debería “estar en todas las carteras, pero no debería ser toda la cartera”.
En cuanto a esa proporción de la cartera, la mayoría de los analistas sugiere entre 5% y 10%; pero Leigh Goehring, codirector administrativo de Goehring and Rozencwajg Associates, y su socio, proponen hasta 15% o 20%, dependiendo, claro, de la cartera, los recursos, las necesidades financieras personales y el apetito por riesgos del inversor. No es una decisión para tomar sin análisis o asesoramiento y menos escuchando a los vendedores.
Una de las ventajas que tiene el oro es su reconocimiento universal como reserva de valor y la posibilidad de funcionar como cobertura de liquidez y acumular valor si las condiciones del mercado son las correctas.
Los mercados:
Las acciones europeas recortaban algunas de sus pérdidas iniciales tras datos de Alemania que mostraron una mejora en la confianza empresarial, pero no parecía fácil que pudieran salir del rojo.
Asia también estuvo volátil. Un avance del 10% en el fabricante taiwanés de chips TSMC ayudó a algunas acciones tecnológicas en la región, después de que su rival estadounidense Intel sufrió un desplome de más del 16% en sus acciones el viernes.
Los papeles en la China continental entregaron la mayoría de sus ganancias previas y el índice CSI300 apenas subió un 0.2% al cierre, tras las fuertes pérdidas del viernes. El Nikkei japonés cedió un 0.2%, pero los futuros del S&P 500 se estabilizaban y mejoraban un 0.4%.
Las acciones mundiales perdieron fuerza a fines de la semana pasada, después de que Washington ordenó el cierre del consulado chino en Houston, a lo que Pekín respondió tomando la misma medida en la legación diplomática estadounidense en Chengdu.