Amundi Asset Management, el gestor de fondos más grande de Europa con cerca de US$ 2 billones en activos bajo administración, ya comenzó a apostar por los bonos de Argentina.
En el último mes, los títulos de deuda argentinos ya crecieron un 35%, en promedio, llegando a oscilar entre los US$ 35 y US$ 40 cada cien nominales. Sin embargo, sus paridades todavía son muy bajas y las rentabilidades, muy altas. Y esto precisamente es lo que captó la atención de Amundi.
Yerlan Syzdykov, director global de Mercados Emergentes de la compañía, indicó que está ampliando las posiciones alcistas en deuda soberana, provincial y corporativa basándose en que Javier Milei implementará ajustes fiscales que mejorarán la situación económica del país e impulsarán al alza los activos financieros.
Ya estamos en largo. Por supuesto, habrá momentos en los que habrá frustración con el ritmo potencial de las reformas. Así que aprovecharemos eso como una oportunidad para sumar, expresó el ejecutivo antes de darse a conocer las medidas del ministro de Economía Luis Caputo.
Según los especialistas del mercado local, apostar por los bonos argentinos tiene sentido contemplando el cambio de gobierno y sus objetivos.
"El mercado de bonos puede encontrar estímulo a partir de varios factores: el compromiso de Milei de honrar las obligaciones existentes, haciendo referencia explícita a la deuda del Tesoro; su énfasis en resolver los problemas del BCRA y rechazar enfoques gradualistas insinúa una preferencia por retener el peso, sugiriendo posiblemente una estrategia menos drástica que la dolarización; el reconocimiento de Milei a líderes clave del PRO, incluidos Bullrich y Macri, señala una potencial estabilidad y gobernabilidad en la próxima administración, abordando una preocupación primordial entre los inversionistas, comentaron desde Portfolio Personal Inversiones.
Creemos que las declaraciones de Milei sobre el cumplimiento de compromisos podrían haber transmitido tranquilidad a los mercados, coincidieron los analistas de Adcap Grupo Financiero, quienes directamente recomendaron comprar títulos con legislación local (AL) y vender los emitidos bajo ley extranjera (GD), esperando a que los diferenciales se achiquen.