El índice Nasdaq 100 centrado en las grandes empresas tecnológicas de Wall Street ya se recuperó un 32% desde el mínimo de octubre de 2022, alcanzando niveles no vistos desde abril del mismo año. Sin embargo, la tendencia alcista podría estar enfrentando un punto de inflexión clave.
De acuerdo a Ari Wald, analista técnico jefe en Oppenheimer, las grandes tecnológicas podrían ver una pausa en las condiciones de sobrecompra a corto plazo, pero apenas se están poniendo en marcha.
Vienen de un período muy difícil en 2022, y las tendencias macro como un contexto de bajo crecimiento y rendimientos más bajos respaldan una recuperación en estas empresas de alto crecimiento. Creemos que hay más por venir, agregó.
En 2022, las compañías de esta clase se desplomaron salvajemente por la suba de tasas de interés y la inestabilidad geopolítica. Concretamente, el Nasdaq 100 retrocedió un 38% en menos de un año.
Más aumentos de tasas de la Fed serían un desafío potencial para los activos de larga duración como las acciones tecnológicas, comentó Russ Mould, director de inversiones en AJ Bell. Sin embargo, aclaró que una política monetaria más flexible ayudaría a que la tendencia alcista actual continúe.
Otro de los factores clave que impulsarían al Nasdaq 100, ya sea al alza o a la baja, sería el conjunto de ganancias corporativas del segundo trimestre del año.
Las acciones tecnológicas se alimentan del impulso de las ganancias y, especialmente, de las actualizaciones de las estimaciones. El repunte desde el otoño pasado ha sido impulsado por la esperanza de que lo peor ya haya pasado en términos de rebajas de las ganancias, sostuvo Mould.
De todas formas, a día de hoy el índice está cotizando con un ratio precio-beneficios futuros (forward PE, por su sigla en inglés) de 24 veces, por encima de su promedio de diez años, lo que asusta a algunos inversores y analistas.
Es casi como si estuviéramos atrapados entre un mercado alcista y un mercado bajista, y aún no sabemos qué ganará, dijo Wald. "La amplitud del mercado no es tan negativa como antes, pero no es positiva, y nos falta el tipo de amplia participación que realmente confirma una ruptura, concluyó.