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El Gobierno ya siente el otro efecto Trump pero Caputo insiste en avanzar con la "Fase III"

Virginia Porcella

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La Argentina no logró esta vez escapar al impacto negativo de los mercados del mundo por la suba de aranceles de Estados Unidos a China, Canadá y México. Por qué preocupa un "dólar fuerte".

4 Febrero de 2025 08.00

Apenas triunfó en las elecciones de noviembre, el mundo vio venir de la mano de Donald Trump el cimbronazo en los mercados de una guerra comercial en ciernes y, particularmente las economías emergentes, sufrieron el impacto. En América latina, México y Brasil fueron los grandes perjudicados con presiones devaluatorias sobre sus monedas y caídas de sus activos. 

Para la Argentina, en cambio, la victoria significó una fiesta. La relación entre Trump y el presidente argentino, Javier Milei, hizo presumir a los inversores una muy favorable resolución de la negociación con el Fondo Monetario Internacional, lo que todavía no ocurrió, y un apoyo sustancial a sus políticas. Se advertía, sin embargo, que a mediano plazo las políticas proteccionistas del mandatario estadounidense podían ser desfavorables a los planes del ministro Luis Caputo de dólar planchado. El mediano plazo llegó bien rápido.

Durante el fin de semana Trump anunció una fuerte suba de aranceles para productos de China, Canadá y México y, esta vez,  la reacción de las acciones y bonos argentinos no desentonó con la del resto de los mercados. El momento, para agravar el cuadro, fue cuanto menos inoportuno.

Donald Trump
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En el debut de la Fase III del plan económico, aquella en la que el Gobierno busca apagar los "motores" de la inflación inducida al bajar el ritmo de suba del dólar del 2% al 1%, el dólar financiero acusó mayor presión, lo mismo que el riesgo país y los papeles de las acciones que cotizan en Nueva York.

Tras perforar hace ya semanas los 600 puntos básicos, el spread volvió a acercarse a los 650 puntos, mientras que los papeles de las empresas que cotizan en Wall Sreet anotaban pérdidas de hasta 4,4% sobre la mitad de la rueda. El dólar financiero, en tanto, también acusó el golpe, aunque con subas inferiores al 1%, siempre bajo la tutela del Banco Central que interviene con reservas.

El contexto obligó a Caputo a ratificar públicamente el rumbo y a Trump a postergarlo. Casi en simultáneo, mientras el dólar y el euro alcanzaron prácticamente la paridad en sus cotizaciones, el ministro argentino intentó llevar calma pero aseguró que no habrá cambios en su programa. 

"Algunos preguntaron por el contexto internacional. Siempre contemplamos la posibilidad de que haya shocks externos, como el que estamos viendo en este momento. El mejor antídoto contra esto es garantizarles a los argentinos que este gobierno nunca se va mover un centímetro del orden fiscal y monetario que llevamos adelante desde el día 1. Seguiremos combatiendo el excesivo gasto público para conseguir el mayor superávit posible y continuar bajando impuestos" posteó el funcionario en su red social X.

El mensaje, como suele ocurrir, tiene sus detractores, entre ellos a quienes creen que es el cepo, en definitiva, lo que previene de un impacto mucho mayor en el mercado local. La mayor inquietud viene de la mano de un dólar que se fortalece en el mundo, restando aún más competitividad a las exportaciones argentinas, para las que ya suenan las sirenas del atraso cambiario.

Dinero, dólares.
Dinero, dólares.

"Será un comienzo de febrero complicado para las monedas. Por suerte nosotros tenemos garantizado el crawling peg al 1% mensual sin importar lo que suceda en el mundo", apuntó con ironía el analista financiero Christian Buteler.

Un mes más

Lo cierto es que desde Estados Unidos llegaron matices: la administración de Trump postergó por un mes la aplicación de la suba de aranceles a México en pleno temblor del mercado y también una ronda de conversaciones con China, lo que los analistas interpretan como un compás de espera para negociar tras el cual, finalmente, las medidas tendrían un efecto menos traumático. 

En cualquier caso, el recuerdo de 2018 cuando la guerra comercial entre Estados Unidos y China desató una de las peores corridas en el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri -luego llegaron otras peores- está bien fresco. La enorme diferencia es que hoy, en la Argentina, todavía hay cepo.

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