El mercado de granos funciona a pleno según la ley de la oferta y la demanda. Esta campaña la oferta está sólida, pero justamente por eso se encendieron las alarmas en el Palacio de Hacienda, porque el precio internacional de la soja cayó esta semana a sus mínimos en más de dos años, desde noviembre de 2021.
Si bien ya se viene observando una baja, la señal que los mercados estaban esperando la dio el viernes pasado el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) que marcó para Brasil una producción de 157 millones de toneladas (Mt) de soja, por encima de lo que preveía el mercado, al tiempo que mantuvo la estimación de stocks en Estados Unidos y en el caso de Argentina, subió la estimación de producción de 48 a 50 Mt.
Esto genera una presión negativa sobre las cotizaciones en el mercado internacional, considera Catalina Ferrari, analista de mercados de AZ Group.
Así, los precios de 500 dólares o más la tonelada ya no están en las pizarras. Ahora se pagan 443/445 dólares por tonelada y en la posición a mayo apenas alcanza los 455 dólares.
Es un escenario que no se veía hace un tiempo. Es que a la buena cosecha de soja de Estados Unidos, se sumó Brasil que hoy es el principal productor y exportador mundial, con un área sembrada récord y buenos rindes, lo que dará una cosecha muy consistente.
A esto se agrega Argentina que, si bien tiene niveles de producción muy por debajo de Brasil, recuperará los volúmenes previos a la sequía del último año, de manera que la oferta global está muy sólida, lo que está impactando en los precios a la baja.
Mercados expectantes
La buena condición del cultivo en gran parte del territorio nacional y el buen ritmo de siembra, hace pensar que podríamos llegar a tener hasta 52 Mt y Argentina podría tener una muy buena oferta en el mercado internacional, detalló Ferrari.
La contracara son los precios. Los futuros de la soja de la Bolsa de Chicago marcaron el jueves su nivel más bajo en dos años y el maíz cayó a su menor nivel en tres años, antes de que los mercados subieran por coberturas cortas y compras técnicas, dijeron analistas a la agencia Reuters.
Al respecto, indicaron que los futuros más activos de la soja CBOT (Mercado de Chicago) se recuperaron en parte este jueves de una caída inicial, cuando tocaron el precio más bajo desde noviembre de 2021, indicó la agencia.
Pese a ello la tendencia se mantiene, y ahora todas las miradas están centradas en Brasil. La semana pasada el último relevamiento de la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab) estimó que la cosecha de soja llegará este año a 155,3 millones Mt, aunque las primeras proyecciones hablaban de una cosecha de 162 Mt.
Sin embargo, este jueves la consultora Agroconsult difundió una nueva estimación llevando el cálculo a 153,8 Mt. En ese contexto, las expectativas están puestas en la producción de Argentina.
"Hay cierta preocupación por la cosecha brasileña, pero cualquier pérdida parece que se recuperará con el repunte de la cosecha argentina", dijo Andrew Whitelaw, analista de Episode 3 en Canberra, citado por Reuters.
Los números del Gobierno
En relación a lo que puede ocurrir con el precio de la soja, Eugenio Irazuegui, analista de mercados en la corredora de granos Zeni, sostuvo que la soja muestra una tendencia a la baja en las últimas seis semanas, básicamente, por una recomposición de la oferta en el Cono Sur.
En buen criollo, significa que la performance productiva de Argentina y Brasil, que pese a este recálculo a la baja tendrá una cosecha excepcional, están tomando cada vez mayor relevancia a medida que avanza el ciclo productivo.
Las alarmas se encendieron en Brasil cuando se registraron bajas precipitaciones en cuatro estados clave del área sojera, como Matto Grosso, Matto Grosso del Sur, Goiás y Minas Gerais, explicó Irazuegui.
Sin embargo, en enero el patrón de lluvias se normalizó y se recuperaron los niveles de humedad, por lo que se recortaron las estimaciones de caída y eso impactó en los precios internacionales, teniendo en cuenta que Brasil es el principal productor y exportador mundial de soja.
A esto se sumó Argentina, que hoy tiene una realidad agronómica mejor que la campaña pasada, cuando por la sequía la producción cayó a 21 Mt, explicó el experto. Esta campaña las estimaciones apuntan a un piso de 50 Mt, aunque para el número final hay que esperar a que se definan los rindes, más cerca de la fecha de cosecha que arranca a fines de marzo.
Justamente, ésa es la fecha que están esperando en el Ministerio de Economía y el Banco Central. Es que desde entonces y hasta principios de junio se concentra la mayor parte de las liquidaciones de exportaciones de la cosecha gruesa (soja y maíz), que garantizan el ingreso de dólares a las reservas.
¿Esta caída en el precio internacional de la soja pone en riesgo la cantidad de dólares que espera captar el BCRA?, preguntó Forbes Argentina.
Al Gobierno no le afecta tanto el precio, es más preocupante a nivel micro de las empresas, señaló Irazuegui, y aclaró que es tal la recuperación de la producción que sobre compensa la baja de precio que pueda haber.