Luego de varios meses sin modificaciones, la Secretaría de Energía dispuso una reducción de subsidios para los usuarios de bajos (N2) y medios ingresos (N3) en lo que sería un paso previo a la entrada en vigencia del nuevo sistema de tarifa social que comenzaría en abril.
Hasta el momento, los N2 recibían un descuento (bonificación) sobre el precio pleno que era del 71,2% en electricidad y 64% en gas natural, mientras que los N3 tenían un beneficio del 55,94% en luz y 55% en gas.
Ahora, ambos servicios se unifican con una bonificación final del 65% para los N2 y del 50% para los N3. En consecuencia, los usuarios de menores ingresos pierden 6,2 puntos porcentuales de descuento en electricidad y ganan un punto en el gas. Por su parte, los de ingresos medios sufren una poda de 5,94 puntos en luz y 5 puntos en gas.
"Se ha decidido unificar y simplificar los descuentos de los porcentajes de bonificación sobre el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) y el Precio Estacional de la Electricidad (PEST) para los consumos base", informaron.
El impacto en el bolsillo todavía es difícil de precisar, pero se puede hacer un cálculo estimado. La quita afecta solamente al segmento de los precios mayoristas y no a la distribución, el transporte y los impuestos. Pero como el porcentaje de estos precios sobre el total varía en función de la región y el consumo de los hogares, no se puede trazar una única medición.
En concreto, los precios mayoristas de la luz se incrementan un 24,6% en los N2 y un 13,5% en los N3, mientras que los precios de gas bajan un 2,7% en los N2 y suben un 11% en los N3.
Esto tendría un efecto final en tarifas entre 1.000 y 2.000 pesos en el promedio de los usuarios, con subas que irían en torno al 9% en la luz y bastante menos en el caso del gas.
Para un usuario residencial promedio del AMBA que consume unos 77 m3 al mes (categoría R23), el incremento es de 305 pesos por mes adicionales para un N2 (bajos ingresos), mientras que para un N3 (ingresos medios) sería de 854 pesos, según precisaron en el sector. En términos porcentuales, sería un incremento del 1,7% para los N1, 1,1% para los N2 y del 3,9% para los N3.
Ante la consulta de Forbes, desde la Secretaría de Energía no supieron precisar el ahorro en subsidios para las arcas del Estado, pero sería un número importante que se irá elevando en el transcurso del año para llegar a una meta de recorte de entorno al 30%. Cabe recordar que en 2024 los subsidios totalizaron unos 6.500 millones de dólares.
Aumentos de febrero
A su vez, se publicó en el Boletín Oficial los cambios en los cuadros tarifarios para el mes de febrero que incluyen una suba del 1,6% en gas y del 1,5% en luz, que iría netamente al Valor Agregado de Distribución (VAD).
Finalmente, se decidió cambiar el mecanismo de compensación sobre el precio derivado de la aplicación del régimen de Tarifa Social de gas natural. Ahora, el pago de compensaciones se hará directamente hacia los productores y no a las distribuidoras. "De esta manera, quitamos intermediarios y agilizamos la cadena de pagos", justificaron.
Combustibles calientes
Como si fuera poco, el efecto de la cotización internacional del petróleo provocará una suba de combustibles mucho más alta de la pensada, donde a la largo del último semestre se venían trasladando ajustes menores a la inflación.
En cambio, en febrero los aumentos serán tan relevantes que el Gobierno decidió postergar la actualización mensual de impuestos que se hace por ley según la inflación.
"En un escenario de incrementos de precios de crudo a nivel internacional, el Gobierno Nacional resuelve postergar el impuesto a los combustibles (IDC e ICL) para mitigar el impacto en los precios del surtidor", informaron.
Si bien el número final todavía no se conoce, se especula que puede rondar el 4% o el 5%. Algunos refinadores incluso indicaron a Forbes que la suba de costos del barril durante enero llegó al 8%, pero reconocen que su traslado es inviable, por lo que reducirán sus márgenes.