La firma china Evergrande indicó que confía en que la empresa saldrá de su momento más oscuro, según dijo el presidente de la endeudada promotora inmobiliaria en una carta dirigida a su staff este martes, mientras los nerviosos inversores mundiales se inquietan por el riesgo de suspensión de pagos.
En el mensaje el director Xu Jiayin expresó su agradecimiento por el duro trabajo de los empleados y dijo que Evergrande entregará los proyectos inmobiliarios según lo prometido, y cumplirá con sus responsabilidades con los compradores de inmuebles, con los inversores, los socios y las instituciones financieras.
La segunda promotora inmobiliaria del país, con más de 300.000 millones de dólares en pasivos, equivalentes al 2% del producto interior bruto de China, está teniendo dificultades para conseguir fondos con los que pagar a sus numerosos acreedores y proveedores, mientras intenta evitar que una crisis de liquidez la lleve a la quiebra.
Creo firmemente que, con vuestro esfuerzo y trabajo, Evergrande saldrá de su momento más oscuro, reanudará la construcción a gran escala lo antes posible y logrará el objetivo fundamental de entregar los proyectos inmobiliarios tal y como se comprometió, dijo Xu Jiayin (también conocido como Hui Ka Yan, su nombre en cantonés), fundador de la empresa en 1996 y uno de los hombres más ricos del país.
El directivo no detalló cómo podría alcanzar la empresa dichos objetivos.
Las acciones de la empresa que cotizan en Hong Kong, cayeron 0,44% este martes, tras haberse desplomado un 84% en lo que va del año.
Por su parte, el índice de referencia Hang Seng rebotó y concluyó la sesión con ganancias del 0,51%.
Los problemas de endeudamiento de Evergrande han sembrado la confusión en los mercados financieros globales, ya que los inversores temen que el contagio pueda causar estragos en la economía mundial.
El martes, las bolsas asiáticas seguían resintiéndose de la crisis, aunque habían moderado las caídas.
La crisis de Evergrande provocó inusuales protestas frente a los edificios de la compañía en China de inversores y proveedores que pedían su dinero. Algunos aseguraban que les debían hasta un millón de dólares.
La compañía admitió la semana anterior que se encuentra bajo tremenda presión y que podría no ser capaz de saldar sus obligaciones.
*Con información de Reuters