El dólar libre cerró negociado con alza de seis pesos (+2,9%) este lunes, a $216 para la venta, en su precio más alto desde el pasado 9 de febrero ($217), cuatro meses atrás. La suba, sin embargo, queda opacada por el salto de los dólares financieros que saltan a sus precios máximos históricos.
La semana se inició bajo la misma tónica de incertidumbre y tensión con las que había cerrado el último viernes.
En la jornada previa a una decisiva licitación en pesos, los inversores eligieron seguir desarmando posiciones en moneda local y refugiarse en el dólar ante el temor de que el Gobierno no logre obtener los fondos necesarios para refinanciar los vencimientos que debe afrontar.
Estos cambios provocaron una suba de la divisa norteamericana en todas sus franjas.
El blue registró un salto de $6 (2,86%) para cerrar a $216 el valor más alto de los últimos cuatro meses y registrando de esta manera un avance de $9 en lo que va de junio.
Los dólares financieros tuvieron un incremento aún mayor. El contado con liquidación tuvo un avance de 4,58% y trepó hasta $238,03, mientras que el MEP aumentó 3,49% y llegó a $230,99.
Las versiones con intervención del Gobierno estuvieron más calmas. El dólar oficial subió apenas a 0,39% a $127,60 con lo cual el “solidario” o “ahorro” quedó en $210,54.
Por su parte, el dólar mayorista cotizó a $122.30, con un aumento de 0,42%, con lo cual la brecha con el blue es del orden de 77%
Por su operación en el mercado de cambio el Banco Central adquirió US$25 millones, según fuentes del mercado. La acumulación de reservas es otro dato clave que siguen los analistas económicos y los inversores para definir la suerte del programa económico del Gobierno.
La jornada estuvo atravesada por todo tipo de versiones y rumores. Durante la mañana el presidente Alberto Fernández, recibió en la Quinta de Olivos al ministro de Economía, Martín Guzmán, donde analizaron el escenario, con foco en la licitación de mañana y en el anuncio de la inflación de mayo, que los analistas la sitúan por encima del 5%.
Guzmán intentó transmitir tranquilidad argumentando que podrá conseguir los fondos que necesita en el mercado de capitales local y que además la tasa de inflación, si bien aún es alta, muestra una tendencia descendente.