Tras la renuncia de Martín Guzmán y la llegada de Silvina Batakis como nueva ministra de Economía, los dólares libres se dispararon violentamente. En concreto, el dólar blue creció hasta los $ 260, mientras que el MEP se consolidó por arriba de los $ 272 y el CCL sobrepasó los $ 281.
Si bien nadie sabe qué sucederá exactamente en el futuro, teniendo en cuenta que el récord de octubre de 2020 ajustado por inflación equivaldría a aproximadamente $ 380/ $ 400 de hoy, se estima que la tendencia alcista solo está comenzando. En este contexto, los ahorristas deben saber cómo resguardar sus ahorros de la devaluación.
Dólares financieros
En primer lugar, los ahorristas pueden optar por los dólares financieros MEP (Mercado Electrónico de Pagos) y CCL (Contado Con Liquidación). Estos tipos de cambio implícitos surgen de comprar un activo financiero en pesos y venderlo en dólares, localmente (MEP) o en el exterior (CCL).
Para hacerlo, solo basta con abrir una cuenta comitente en una sociedad de bolsa que esté regulada por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y transferir los fondos necesarios. Es importante contemplar que existe un parking de 24 horas desde que los activos están cartera tras la compra, por lo que se recomienda ejecutar la orden en contado inmediato (CI).
Stablecoins
Otra de las opciones que tienen los ahorristas argentinos de dolarizarse es mediante las stablecoins. La particularidad de estas criptomonedas es que están ligadas al dólar, por lo que equivalen a comprar directamente la divisa estadounidense. Entre las más populares se destacan DAI y tether.
Si bien son activos de renta variable, por su propia naturaleza, las stablecoins presentan una baja volatilidad, no como bitcoin o ether, por ejemplo, cuyos precios no están vinculados a ningún activo subyacente.
Cedears
A su vez, también es posible adquirir Cedears (Certificados de Depósito Argentinos) para proteger los ahorros de la devaluación. Al ser porciones de acciones del exterior, están vinculados al comportamiento del dólar CCL, lo que hace que evolucionen según la cotización de este tipo de cambio, siempre y cuando el activo subyacente (la acción original) se mantenga estable.
Evidentemente, siguen siendo acciones, lo que quiere decir que el precio puede fluctuar de forma agresiva. No obstante, hay algunos más estables como los pertenecientes a compañías defensivas, las cuales, además, reparten dividendos en dólares.
Bonos corporativos
Por último, existe la posibilidad de dolarizar la cartera mediante la compra de obligaciones negociables o bonos corporativos, instrumentos financieros de deuda emitida por empresas que los inversores adquieren a cambio de una tasa de interés.
Aunque el objetivo de estos activos es brindar una renta periódica, lo cierto es que también ayudan a hacerle frente a la devaluación debido a que se mueven según el paso del dólar.