El consumo busca su punto de equilibrio y ya mira de reojo el "efecto elecciones"
Hoy esa variable se mueve de forma heterogénea pero la incertidumbre está puesta en lo que podrá ocurrir en la segunda mitad del año con las variables económicas y los movimientos políticos de cara a octubre.

El consumo busca su punto de equilibrio. Se ven algunos signos de mejora en ciertos aspectos, aunque al mismo tiempo hay otros que no muestran la reacción esperada. Algunos analistas hablan de que la reacción "todavía es lenta", y entienden que parte de los motivos por lo que esto ocurre tiene que ver con que la recomposición de los salarios no tiene precisamente un movimiento demasiado fuerte y no permite que se de un empuje mayor.

En este caso, incluso, se da una situación particular. El 26 de octubre próximo habrá elecciones de medio término, y esto obliga a dividir el año en dos. Así, un panorama es el que se puede trazar para el primer semestre, en tanto que el segundo es el más complicado de visualizar a raíz de la incertidumbre que se puede generar.

Sebastián Menescaldi es director de EcoGo y muestra los movimientos que se vienen dando. "Si bien los ingresos crecieron desde el segundo trimestre del año pasado hasta ahora, el incremento fue heterogéneo y en promedio los ingresos de las familias todavía se ubican casi 10% por debajo de los niveles previos. Y de la mano de esto, los niveles de consumo privado están también entre un 10% y un 12% por debajo de los registros de hace un año", apuntó el economista.

Ya con la mirada puesta hacia adelante, todo indica que también mandará la heterogeneidad, con mejoras algo más importantes en los sectores de mejor poder adquisitivo, con mayor fuerza en segmentos como bienes durables, en particular inmuebles y autos.

 

"En la medida en que se logre afirmar la recomposición económica y haya más estabilidad se ampliará el horizonte de planeamiento", sostiene Menescaldi. Esto tiene que ver, sobre todo, con mayores posibilidades e interés por tomar créditos.

Algo de esto, de hecho, ya se comenzó a observar. Hoy los créditos se mueven en torno de los 7,5 puntos del PBI, similares a los que se registraron en 2019, y con un crecimiento de más de tres puntos a lo largo del último año.

La expectativa es que esa cifra pueda seguir creciendo durante la segunda mitad del año, aunque siempre a la espera de cómo pueda pegar el efecto elecciones.

Habrá que prestar atención a la incertidumbre política que se genere, pero sobre todo a cuestiones ligadas al rumbo económico. Aquí podrían incidir fuerte, por ejemplo, variaciones en la política cambiaria, algo que el Gobierno viene negando que pueda ocurrir, pero que sin dudas sería un cimbronazo importante.

Lo que observan los analistas es que, producto de esta situación, el comportamiento del consumo continuará siendo heterogéneo, y siempre atado a las particularidades que puedan aparecer en un año electoral. En segmentos de mayor poder adquisitivo el reacomodamiento será más rápido, y en otros, como los de mayor informalidad, habrá más lentitud.

En caso de que no se termine dando una mejora, lo que se podría esperar es que se el período de ajuste se estire, aunque con la expectativa de que hacia cerca de fin de año -y mientras acompañe el nivel de reservas- se pueda llegar a liberar el cepo, un escenario que debería mejorar el nivel de inversión.

Una foto de la situación del consumo

Si algo sirve para graficar el momento por el que está pasando la actividad, y el consumo en particular, es observar el movimiento de los locales comerciales. Y según el último relevamiento de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) la situación no es la ideal.

La entidad apunta que el número de locales vacíos en las principales áreas comerciales de la Capital Federal registró una suba de 5,1% con relación a igual período de 2024. Durante el primer bimestre de 2025 se detectó un total de 205 locales en venta, alquiler o cerrados en las áreas relevadas. Esto representa un alza de 31,4% respecto de la medición anterior, que tomó como referencia el lapso que fue entre noviembre y diciembre de 2024, cuando había 156 locales vacíos.

Si se analiza solo lo que ocurre con los locales en alquiler y venta, se registra que dentro del primer grupo hubo una baja de 19% comparado con el periodo anterior (noviembre-diciembre), y con respecto a enero-febrero de 2024, hubo un descenso de 12,8%.

Si se toma como referencia el segmento de los locales en venta, hubo un declive de 11,1% en relación al bimestre anterior y una merma, también de 11,1%, en la comparación interanual.

Los salarios, otra punta clave

Otro aspecto clave a analizar es qué ocurrirá con los salarios, que siempre corren por detrás a la inflación, algo que termina por pegar al nivel de consumo. 

 

De acuerdo con el primer relevamiento del año de la encuesta TISA, de la consultora Mercer, las proyecciones salariales de las empresas para 2025 estarán por encima de la inflación esperada. 

El estudio, que incluyó a 517 compañías con operaciones en el país, revela que el presupuesto anual de incrementos salariales para 2025 en el mercado general será del 35%, mientras que la inflación estimada por el mercado es del 32%, según datos de enero.

El contexto macroeconómico y la incertidumbre siguen siendo un desafío para las empresas cuando proyectan y establecen aumentos salariales para el año. En algunos casos, este año habrá ajustes mayores, ya que en los últimos dos años los incrementos salariales no acompañaron los altos índices de inflación.