El cambio de hábitos y visión de la sociedad no solo permite que el planeta pueda estar a salvo, sino que también abre la puerta a nuevas y atractivas oportunidades de inversión, tal como afirmó Connor Teskey, director ejecutivo de Energía Renovable y codirector de Inversiones de Transición de Brookfield Asset Management.
Para el especialista, “la oportunidad de mercado es verdaderamente enorme”, ya que para erradicar los gases de efecto invernadero durante las próximas tres décadas se necesitan entre USD 100 billones y USD 150 billones.
“La mayor parte de ese capital tendrá que provenir de capital privado”, comentó Teskey durante la Cumbre de Negocios Sostenibles de Bloomberg. “Los balances de los gobiernos públicos simplemente no pueden sostener ese nivel de inversión, pero los mercados privados absolutamente pueden”, agregó.
Evidentemente, se trata de una apuesta riesgosa, y, como tal, las recompensas también son atractivas en igual medida. “Dadas las oportunidades comerciales muy atractivas en la inversión en energías renovables y la inversión en transición, esperaríamos que ese capital aparezca del sector privado y aparezca en abundancia”, estimó el ejecutivo de Brookfield.
Para detectar oportunidades de inversión vinculadas a las energías renovables, no solo hay que estar atentos al comportamiento de las empresas energéticas que estén dispuestas a reinventarse para sobrevivir, sino también a la emisión de activos de deuda ESG.
Estos bonos sostenibles buscan recaudar dinero para invertir en proyectos de crecimiento y expansión ecológicos, tales como la creación de parques de energía renovable, la optimización de las operaciones para reducir los deshechos, etc.
Además, también es posible colocar el dinero en fondos cotizados (ETFs, por sus siglas en inglés) que estén compuestos por empresas enfocadas en colaborar con el medio ambiente.