Mientras Wall Street digería la última ronda de beneficios empresariales y reaccionaba ante los rumores de que la Reserva Federal suba los tipos de interés más de lo previsto, los principales índices bursátiles cayeron en febrero.
El índice industrial Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq, de gran peso tecnológico, cayeron este mes y se mantuvieron prácticamente planos en las operaciones del martes.
El Dow fue el índice con peor comportamiento, con una pérdida mensual del 4%, mientras, que el S&P y el Nasdaq cayeron un 2% y un 1%, respectivamente.
El deterioro de los precios de las acciones se produjo en medio de una temporada de resultados históricamente mala, ya que las empresas presentaron sus resultados financieros del último tramo de 2022.
Las empresas que cotizan en el S&P, en el período financiero más reciente, batieron las estimaciones de ventas y beneficios del consenso de analistas a su ritmo más bajo desde principios de 2020, según los datos recopilados por JPMorgan la semana pasada.
En este contexto, además, el economista de Bank of America, Aditya Bhave, afirmó el martes que la Reserva Federal "podría tener que subir los tipos más cerca del 6% para que la inflación vuelva a situarse" en torno al 2% interanual, y pronosticó para este año un tipo máximo de los fondos federales muy superior al previsto por el mercado.
Por su parte, Michael Wilson, de Morgan Stanley, advirtió el lunes en una nota a los clientes que la caída de los beneficios de febrero podría provocar un descenso aún mayor en marzo, debido a las sombrías expectativas.
El mercado de renta fija también cayó en febrero, con los rendimientos del Tesoro a 10 años disparándose 43 puntos básicos hasta el 3,97%, cerca de su nivel más alto desde 2008, a medida que la curva de rendimientos se invierte aún más. Sorprendentemente, el bitcoin fue inmune a la caída del sentimiento de febrero, ya que subió un 1% en el mes y mantuvo sus ganancias de enero.
El analista de Sevens Report, Tom Essaye, escribió en una nota a clientes el martes: "La economía aún no muestra signos serios de desaceleración a pesar del endurecimiento de las condiciones financieras y, dados estos datos, el mercado tiene razón al pensar que la Fed subirá los tipos más de lo previsto."