Dinero seguro: cuál es la mejor forma de invertir en bonos corporativos
Todavía hay participantes del mercado que no saben cuál es la mejor forma de beneficiarse de las ON, si comprándolas de manera individual o apostando por un fondo común de inversión.

Las obligaciones negociables (ON) o bonos corporativos ganaron una enorme popularidad en los últimos años. El motivo es claro: permiten obtener una atractiva renta en dólares y cuentan con muy baja volatilidad.

Estas características lograron proteger el capital de miles de inversores y ahorristas argentinos, en especial en tiempos de crisis económica e incertidumbre política.

Sin embargo, todavía hay participantes del mercado que no saben cuál es la mejor forma de beneficiarse de estos instrumentos financieros, si comprándolos de manera individual o apostando por un fondo común de inversión (FCI).

Control sobre la inversión

Comprar bonos corporativos de manera individual ofrece múltiples ventajas. La primera y más evidente es el gran control que tienen los inversores sobre los activos.

Pueden decidir con exactitud la ON a comprar y vender, su precio, rendimiento y hasta plazo de inversión. Esto no sólo brinda una mayor libertad, sino que también permite aprovechar ciertas oportunidades del mercado por cuenta propia.

 

No obstante, el estudio requiere determinados conocimientos y fuerza de voluntad. "Hay que sacar el flujo de fondos, hay que buscar y armarlo; hay que ver de poner el precio en el Excel, por ejemplo, y te diría hasta monitorearlo", comentó Abel Cuchietti, analista y asesor financiero independiente.

En cambio, apostar por un FCI limita la capacidad de gestión del inversor: todo queda en poder de los administradores y su equipo. De todas maneras, para muchos, esta cualidad puede ser una verdadera bendición, en especial porque detrás hay profesionales experimentados que suelen buscar las mejores opciones que da el mercado.

En este punto, también vale la pena resaltar la política de distribución de rentas, que es radicalmente diferente entre ambas alternativas de inversión. "Cuando vos comprás la ON directamente, recibís trimestral o semestralmente el pago de la renta en la cuenta. Eso vos lo podés egresar a tu cuenta bancaria y utilizar. A diferencia de los fondos comunes de inversión que no pagan renta, sino que van siempre reinvirtiendo los cupones que reciben. La única forma de obtener renta con el fondo es haciendo rescate de cuotapartes", señaló José Luis Pavesa, asesor financiero líder en Bull Market Brokers.

Normativas y eventos externos

Sin importar qué tan bueno sea un inversor o qué tanto dinero tenga, no estará exento de las normativas implementadas por los diferentes reguladores del país y de ciertos factores macroeconómicos globales. Sin embargo, aquellos que suscriben a un fondo mutuo tienen las manos "algo más atadas".

 

"Hubo momentos allá por el año 2013 donde hubo un criterio normativo desde la CNV que obligó a fondos a tener que desarmarse porque tenían que evaluar luego el dólar oficial. Si bien no les generó pérdidas a los inversores en aquel momento, sí les obligó a desarmar por una cuestión normativa en un momento que quizás no era el mejor del mercado", relató Matías Daghero, director en Closing Bell Advisors.

A su vez, los cambios en la política monetaria de los Estados Unidos ejecutados por la Reserva Federal (Fed) también podrían impactar en las tasas de interés de los bonos y, por ende, en sus precios. Nuevamente, en estos casos, los FCI suelen contar con una desventaja.

"En un escenario en donde las tasas de interés suban, el precio de las obligaciones negociables tendría a caer por esa relación inversa que hay entre tasa y precio. Y si vos estabas posicionado en ON, podés esperar al vencimiento y de esa manera no te ves afectado por una pérdida de capital. Mientras que, si estás posicionado en un fondo común de inversión, sí ves esa pérdida porque la gente ve que cae el fondo y lo rescatan y eso le termina generando al portfolio manager del fondo que lo tenga que liquidar y vender a la oposición a pérdida", mencionó Daghero.

Diversificación y liquidez

De todas formas, no todos son puntos en contra. Optar por un fondo común de inversión ayuda a diversificar de mejor manera entre distintos bonos corporativos y con un bajo capital.

 

"No estás expuesto a un solo crédito de una sola empresa, por ejemplo, sino que estás diversificado, con lo cual eso te minimiza el riesgo", indicó Pavesa, quien agregó que, en la mayoría de los casos, se puede invertir en fondos de bonos con apenas US$ 100.

Cabe destacar que muchas ON tienen montos mínimos de entrada muy altos y, en algunos casos, incluso no están disponibles para inversores minoristas no acreditados. En cambio, los fondos pueden acceder a todas estas alternativas para ofrecerlas fácilmente mediante una cuotaparte económica.

"A través de los fondos, invertís con muy poco dinero, como un inversor institucional, y podés acceder a obligaciones negociables que tienen inversión muy alta. Hay ON que tienen mínimos de US$ 150.000, en el exterior, no tienen liquidez, etc. Con lo cual, en forma directa e independiente es imposible, solamente se accede a través de un fondo de inversión", explicó el ejecutivo.

Por esta misma razón, estos vehículos financieros son muy líquidos. "Tenés liquidez a lo que vos quieras comprar: vendés, ni te preocupa y se liquida. Con una ON, si vas a operar montos muy grandes, por ahí quedás sujeto a la liquidez de mercado y te lleva unos cuantos días comprar o vender para no pagar algo caro o vender barato", sostuvo Cuchietti.

Por último, operativamente, suscribir a un FCI de bonos es muy práctico y sencillo. Sólo basta con seleccionar un fondo y establecer cuánto dinero colocar. En cambio, comerciar ON de manera independiente es un proceso algo más tedioso y confuso que no todos los inversores están dispuestos a tolerar.