"Se vienen vientos de cambio", anticipó el recientemente asumido embajador de Canadá en Buenos Aires respecto al lugar que ocupa el país en la industria minera. La frase resume en sentimiento de las principales empresas del sector que ven a la Argentina como la gran sensación de esto tiempos.
En líneas generales, predomina un fuerte optimismo respecto a la ejecución de proyectos e inversiones en el país tras la aprobación del RIGI, la reducción de la inflación y la baja del riesgo país.
"Argentina es la próxima frontera para el crecimiento del cobre. El país tiene una gran cantidad de depósitos de alta calidad en zonas nuevas y, tras el RIGI, la minería de cobre en Argentina está preparada para una expansión emocionante y sostenida durante muchas décadas. Es una gran noticia para nuestro proyecto Taca Taca en Salta, que podría producir 250.000 toneladas de cobre al año", subrayó Tristan Pascall, CEO de First Quantum.
El ejecutivo destacó que "está mejorando el clima de inversión bajo la presidencia de Javier Milei; con un enfoque tranquilizador en la disciplina fiscal y el acceso al mercado". "Creemos que Argentina parece estar abriéndose para que los socios adecuados también se sumen potencialmente, a medida que desarrollamos la estrategia de financiamiento para el proyecto", agregó.
Cómo informó Forbes, en el mismo sentido se expresaron los CEOs de otros gigantes como BHP, Río Tinto y Barrick, y actores locales como Eduardo Elsztain de IRSA, quienes celebraron las "reformas económicas" y el consenso entre nación y provincias para agilizar los permisos y obras de infraestructura.
"El RIGI fue crítico para nuestra decisión de inversión. Vinimos para quedarnos y vamos a seguir invirtiendo", indicó una de las máximas figuras de Río Tinto, la segunda empresa más grande del mundo en esta industria que, en el país, lleva adelante el principal proyecto de litio y es socia minoritaria de uno de los proyectos de cobre más importantes como Los Azules con un 17%.
El gigante cupífero sanjuanino es conducido por McEwen Mining y McEwen Copper, una de las firmas que más se movió en esta PDAC en búsqueda de financiamiento para poder iniciar su construcción en 2026.
"Argentina está siendo más creíble, más confiable. Milei se reunió una hora el año pasado con nosotros y vimos que está realmente interesado en el crecimiento de la minería. Tenemos el octavo proyecto de cobre más grande a nivel mundial de todos los que se encuentran en estado de no desarrollo, que tiene mayor grado de cobre que Josemaría o Filo a una menor altitud lo que reduce los costos logísticos y tiene la mayor parte de su territorio inexplorado, algo que puede desatar nuevos descubrimientos", puntualizó Michael Meding, Gerente General y VP de Mc Ewen Copper.
Otro de los CEOs que dialogó con Forbes en Canadá fue, Paul Stanley, de Achilles. El empresario británico sostuvo que "Argentina es un gigante dormido con un potencial masivo que solo necesitaba una estabilización económica para que pudiera despegar" y se mostró "muy esperanzado por la economía argentina por el número de reformas positivas".
"Creo que Argentina está en una posición muy interesante cuando se trata de la geopolítica global. Tiene relaciones diplomáticas muy buenas en todo el mundo. En particular, es interesante ver el desarrollo de la oportunidad del litio en Argentina. El mundo necesita litio. Con la situación actual en China y Rusia, tener otra fuente de litio creíble y significativa es muy bueno para otras economías en el mundo. Así que creo que es un gran momento para la mineralización argentina", añadió.
La lectura geopolítica también fue compartida por Christina Keighren, Country Manager del Consejo Sueco de Comercio e Inversión en Canadá, un país de tradición milenaria en la minería que actualmente provee el 65% del equipamiento subterráneo en las minas con empresas de renombre global en la cadena de suministros como Epiroc, Sandvik, Ericsson y ABB.
"Lo que está pasando ahora con la agenda de Trump va a acelerar esa amistad aún más entre Canadá, Suecia y otros países como puede ser Argentina. Podemos ayudar a Argentina a mejorar la sostenibilidad, la seguridad, la digitalización, la automatización y la electrificación de las minas. Suecia es especialista en hacer una minería más verde", afirmó.
En relación a las preocupaciones que prevalecen dentro del sector, sobresale la incertidumbre política de cara a las próximas elecciones, la negociación con el FMI y la salida del cepo. "Si Milei gana, supongo que acabaremos con una continuación de políticas económicas relativamente liberales. Eso debería atraer a los inversores extranjeros y permitir que este sector crezca. ¿Es posible que tengamos un gobierno de izquierda que quiera nacionalizar todo? Por supuesto que es posible, pero no es probable. El tiempo dirá", dijo Stanley.