El programa que diseñó Carlos Melconian junto al Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea, contempla la necesidad de alcanzar la estabilidad macroeconómica como condición para aplicar un plan de estabilización, pero a partir de cuatro “anclas”. La primera de ellas es llegar al déficit primario cero en el primer año, con un recorte del gasto de entre 3,5 y 4 puntos del PBI en 2024.

El economista se sumará a las filas de la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, como un posible futuro ministro de Economía. En la presentación realizada por Melconian en la última reunión de socios de la Fundación Mediterránea quedó claro que uno de los principales ejes de su plan es un nuevo ordenamiento de las cuentas públicas para ponerle además un freno a la emisión monetaria.

Allí consignó que para realizar el recorte de entre 3,5 y 4 puntos del PBI en el gasto durante 2024 el próximo titular del Palacio de Hacienda deberá contar con la colaboración de todo el Gabinete. El ajuste estará centrado en: “1 o 1,5 puntos en subsidios económicos; otro punto adicional en reducción de contratados, gastos de Ministerios, fondos fiduciarios, y la revisión estricta del presupuesto 2024; y otro punto entre replanteo planes sociales, transferencias discrecionales, menor déficit de empresas públicas”.

Para alcanzar ese objetivo el Ieral identificó dos desafíos que le tocarán a la próxima gestión y un factor de alivio. El primer escollo será que si la inflación baja producto del éxito del programa, habrá mayor gasto jubilatorio y de planes sociales que indexan con la variación de precios pasada. El segundo será que la unificación cambiaria tendrá como consecuencia una caída de 1 punto del PBI en recaudación por impuesto PAIS y percepciones de Ganancias y Bienes Personales.

El punto a favor vendrá por parte del sector agroexportador en caso de que el clima acompañe luego del impacto de la sequía en 2023. “Con una cosecha normalizada, se recuperará alrededor de 0,6% del PBI de recaudación de retenciones (si llueve). Neto de las bajas regionales y de alguna eventual reducción adicional vinculada al Impuesto a las Ganancias”, consignó la presentación del Ieral.

La casa de estudios de la Fundación Mediterránea realizó además un diagnóstico de la realidad fiscal que se encontrará el próximo Gobierno. Por caso, resaltaron que hay poco margen para bajar impuestos inmediatamente: “Se perdieron casi 2 puntos del PBI contra el pico de ingresos (2015-2017)”. “El gasto algo se licuó pero sigue 6,5 puntos arriba de 93/2008”, reconocieron.

En cuanto a jubilaciones, mencionaron que los haberes quedaron por debajo de la inflación y con un crecimiento en su universo. Los subsidios bajaron respecto al pico de 2022, pero “hay trabajo por hacer”. Respecto a planes, dijeron que está en su punto más alto a excepción de la pandemia y que los salarios públicos, al igual que las jubilaciones, se licuaron pero hay una mayor cantidad.