A cuatro días de las elecciones, el mercado entró en una zona de máxima tensión y el Gobierno lanzó todo su instrumental para intentar que la cotización del dólar se mantenga estable, por lo menos, hasta el domingo.
Luego de que el tipo de cambio paralelo superó los $1.000 la semana pasada, se intensificaron las restricciones operatorias y la intervención oficial. Sin embargo, con un escaso poder de fuego en términos de reservas, los analistas dudan de la efectividad del Banco Central en combatir el nerviosismo financiero.
Es una semana muy difícil para proyectar. El Gobierno sacó todas las herramientas que tiene para que estos cuatro días pasen lo más armoniosamente posible. Modificó el parking, tocó la posición de las Cedears, subió la tasa de interés, pero no creo que sean instrumentos suficientes para parar al dólar si el mercado se pone nervioso, manifestó el analista Christian Buteler.
En concreto, las medidas mencionadas representan un alza de tasas al 11% mensual, nuevas restricciones para comprar dólar MEP y CCL, un aumento a cinco días del plazo en que se deben mantener en cartera los títulos públicos para dolarizarse y un límite entre la cantidad de valores nominales vendidos y comprados con liquidación en dólares y jurisdicción local.
A eso ya se había sumado el aumento de percepciones impositivas para los dólares oficiales y el pago de consumos en el exterior con tarjeta de crédito y un gran operativo contra las cuevas que comercializan el billete blue.
Pueden hacer todas las inspecciones que quieran en las cuevas, pero la verdad es que no las pueden parar. Operan telefónicamente, no necesitan del espacio físico para las liquidaciones y están en todos los barrios, indica Buteler.
Francisco Uriburu, otro de los analistas de mercado consultados por Forbes, coincidió con esta visión y destacó que demuestra la debilidad del Banco Central. En ninguna parte del mundo una cueva, por más grande que sea, puede tirar abajo la política del Banco Central. Evidentemente no tienen más poder de fuego y están en una situación de pocas defensas con respecto a la especulación en el tipo de cambio. Especulaciones que son alimentadas con una hiper estanflación en curso, manifestó.
De todos modos, hay un consenso respecto de que el gran flujo de cobertura electoral en dólares ya ocurrió y que esta semana solamente pueden esperarse operaciones menores. Serán situaciones particulares como el vencimiento de algún plazo fijo, pero no veo un mercado muy volátil. Lo veo más tranquilo y chato, esperando al resultado del domingo y lo que pasará el lunes, opinó el consultor Rubén Ullúa.