Desde la pandemia, el trabajo remoto dejó de ser una excepción para convertirse en la norma. Todos aman el home-office: quedarse un rato más en la cama, usar ropa cómoda y hogareña para trabajar y encender la computadora con un buen café en la mano. Por eso, a pesar de que algunas gigantes del mundo como Amazon combaten esta tendencia, las empresas saben que oponerse al homeoffice es exponerse al riesgo de perder talento.
Hace diez años, según el Ministerio de Trabajo de la Nación, menos del 2% de las empresas argentinas ofrecían opciones de teletrabajo de forma regular. Según un estudio de Randstad Workmonitor, hoy el 35% de los trabajadores no aceptaría un trabajo que no le brinde esta flexibilidad. La cifra asciende al 39% a nivel global.
Esta nueva coyuntura laboral fue impulsada también por la creciente demanda de profesionales argentinos en el exterior. Las compañías extranjeras buscan talento local y los argentinos quieren ganar en dólares. Un buen match. Según un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores, las exportaciones de Servicios Basados en el Conocimiento (SBC) alcanzaron su valor más alto desde 2006, de 8.516 millones de dólares, un crecimiento del 2,8% respecto al año anterior.
El atractivo de la divisa extranjera
Con una economía azotada por la inflación y la constante devaluación del peso, trabajar para el exterior se convirtió en un norte para muchos profesionales argentinos. Es el plan perfecto para ganar en dólares sin la necesidad de emigrar, proteger los ingresos y mejorar la calidad de vida.
Un informe de Bitwage, plataforma que permite recibir pagos desde el exterior, precisa que, en un principio, no contaba con usuarios en Argentina. Sin embargo, en los últimos cuatro años, su base en el país se expandió un 400%. Jonathan Chester, CEO de Bitwage, dice: "Siempre buscamos empoderar a los trabajadores globales, y en Argentina hemos visto cómo esta tendencia creció exponencialmente en los últimos años".
Un informe reciente de la empresa revela que más del 50% de sus usuarios argentinos perciben entre US$ 2.500 y US$ 5.000 mensuales. Además,, el 70% de ellos opta por cobrar en stablecoins como USDT (37%), USDC (36%) y, en menor medida, en DAI.
Las criptomonedas vinculadas al dólar estadounidense brindan estabilidad a los profesionales locales, quienes así evitan la volatilidad del peso. Esto contrasta con los usuarios estadounidenses, quienes prefieren el bitcoin como medio de pago.
Desde su fundación, Bitwage procesó más de US$ 400 millones en transacciones a nivel global, y se estima que solo en Argentina alcanzará los US$ 100 millones a finales de 2024, consolidándose como el país con mayor facturación en Latinoamérica.
La adopción de criptomonedas no es el único recurso para recibir pagos internacionales. Las billeteras digitales y plataformas de intercambio facilitaron el proceso de conversión de criptomonedas a pesos, permitiendo transferencias directas a cuentas bancarias locales.
Tania Lea, Directora de Latam en la plataforma crypto Azteco, comentó: "El trabajo remoto está transformando el mercado global, y es vital que los métodos de pago evolucionen para ofrecer flexibilidad y seguridad. Las criptomonedas, en especial el bitcoin, están redefiniendo cómo los trabajadores gestionan sus ingresos".
La apuesta de los millennials argentinos
Los jóvenes argentinos, especialmente aquellos entre los 25 y 40 años, se volcaron al teletrabajo, con sectores como IT, desarrollo de software, diseño gráfico y marketing digital liderando la demanda. Bitwage señala que el 75% de sus usuarios en Argentina pertenece a estas áreas. Sin embargo, en los últimos años, se sumaron perfiles de traductores, consultores, médicos y profesores que también encuentran en el teletrabajo una vía para exportar servicios sin abandonar el país.
Según Bitwage, la elección de este modelo se explica por la alta calidad del talento argentino, los costos laborales competitivos, el buen manejo del inglés y la similitud horaria con Estados Unidos. En este contexto, Buenos Aires se posiciona como la ciudad más competitiva de la región para el talento global, según el Global Talent Competitiveness Index 2022.