Al arrancar a invertir en el mercado de acciones, lo primero que uno busca aprender es cuándo y cómo comprar estos activos financieros, ya que se trata del primer paso operativo para armar un portafolio (luego de, evidentemente, establecer el perfil de inversión, analizar el contexto, etc.). Sin embargo, no muchos le prestan atención a algo igual de importante: el momento de venta.
Cada operador, inversor y ejecutivo de mercado tiene su propia técnica de venta o desinversión, y no todas sirven para todos. Pero, según los expertos, sí existen algunas cuestiones generales a tener en cuenta inicialmente.
La primera es la "masividad" de la acción en cuestión, que se expone cuando muchos medios de comunicación y "gurúes" salen a hablar de ella, o directamente a recomendarla de forma abierta.
Para Bruno Perinelli, jefe de Trading en Inversor Global, cuando un activo financiero está siendo muy difundido, "al mercado se le complica encontrar nuevos compradores para que la oportunidad siga apreciándose".
"Y ahí es cuando los grandes inversores aprovechan el desconocimiento de los pequeños inversores y venden en cantidad lo que estos pequeños inversores quieren comprar para no perderse esta oportunidad, aunque terminan comprando a precios altos y luego arrepintiéndose", añadió.
Por otra parte, hay ciertos aspectos técnicos a considerar para determinar si es o no momento de vender acciones y salir, parcial o totalmente, de una posición.
De acuerdo a Rubén Ullúa, analista técnico de mercados financieros, se puede estimar la cercanía de un "punto de inflexión", es decir, de la finalización de un avance, cuando el mercado esté "sobrecomprado" y haya un escenario de saturación en términos de consenso, con volúmenes de operaciones contrayéndose.
No obstante, nunca hay que olvidarse del horizonte temporal. "Por ahí todas esas condiciones de corto plazo te pueden generar simplemente una toma de ganancia y no necesariamente alterarte la tendencia de largo plazo", explicó el consultor.
Aún así, Ullúa resumió que, conceptualmente, "uno debe vender cuando la tendencia cambia, cuando la tendencia que era alcista dejó de serlo".
De todas formas, evidentemente, en la práctica no es una tarea tan sencilla porque los pronósticos no suelen ser tan extremadamente precisos, por lo que puede ocurrir que se venda antes del cambio de tendencia o después; de hecho, esto sería lo más normal.