En exactamente un año, la cotización del bitcoin se desplomó más de un 76% en dólares, sin tener en cuenta los efectos de la inflación. Motivos existieron muchos, pero se destacan la suba de tasas de interés por parte de los bancos centrales que le restan atractivo a la renta variable, la inestabilidad geopolítica a nivel global y los recientes escándalos con algunos exchanges como FTX.
Como consecuencia, millones de inversores perdieron grandes cantidades de dinero, en especial aquellos aficionados al mundo crypto que confiaron plenamente en los activos descentralizados y no tanto en alternativas más convencionales.
Actualmente, el bitcoin cuesta poco más de US$ 16.000 por unidad, pero en su máximo histórico llegó a costar alrededor de US$ 69.000 y a tener una capitalización bursátil mayor a la de grandes corporaciones de Wall Street, combinadas.
Por esta baja, de acuerdo a IntoTheBlock, una compañía especializada en análisis de blockchain, las cryptos del 52% de los poseedores valen menos que cuando fueron adquiridas, siendo la cifra más alta desde marzo de 2020, cuando los mercados cayeron de forma generalizada por la llegada del coronavirus.
Para tener como referencia, en 2015, cuando el bitcoin retrocedió un 87%, el 62% de los inversores perdió dinero. En tanto, en 2018, momento en el que los precios cayeron más de un 84%, el total fue del 55%.
Si bien se trata de un dato negativo, lo cierto es que la consultora explica que, cuando la mayoría pierde dinero, es una señal positiva, debido a que podría estar mostrándose el comienzo de una tendencia alcista.
Los especialistas también remarcaron que los tenedores de bitcoin tardaron cada vez menos en recuperar su capital: seis meses en 2015 y tres meses en 2018. Siguiendo el patrón, pronto podría haber un rebote.