Criptocrash: ¿Las criptomonedas son el nuevo NASDAQ?
Sergio Morales Especialista en Blockchain y Criptoactivos
Sergio Morales Especialista en Blockchain y Criptoactivos
El NASDAQ es una de las bolsas de valores más importantes del mundo fundada en 1971 -anteriormente conocida como NASD- por una asociación de traders que creó el primer sistema electrónico automatizado de valores, eliminando prácticamente la sala de trading tradicional. Es decir, por primera vez las empresas, los brókeres y los traders podían intercambiar activos financieros de forma inmediata.
Desde entonces, este sistema electrónico atrajo el interés de las principales empresas de tecnología como Microsoft, Intel, Amazon, entre muchas otras, por lo que en 1985 fue lanzado el US- Tech 100 del Nasdaq 100, como un índice de las 100 empresas más grandes negociadas en el Nasdaq.
De esta manera, a medida que el sector de la tecnología crecía a lo largo de la década del '90, un gran número de empresas de tecnología se incorporaban a este índice, elevando su valor de mil puntos en 1995 a 7 mil puntos en marzo de 2000.
Sin embargo, fundamentalmente entre los años 1998 y 2001, comenzó un proceso de especulación tecnológica, donde se buscaban oportunidades de rentabilidad que la industria manufacturera no ofrecía. Ciertamente, las potencialidades de desarrollar opciones comerciales a través de internet resultaban extremadamente atractivas para los inversores y es así como un gran número de nuevas empresas se lanzaron a recaudar dinero a través de ofertas públicas iniciales (IPO, por sus siglas en inglés), aunque más tarde muchas quebraron, ocasionando que el índice perdiera el 80% de su valor en dos años. Este suceso se denominó la crisis de las “puntocom".
¿Cuál fue el problema? Múltiples factores, pero el principal es que imperaba un crecimiento de la liquidez, producto de la reducción de las tasas de interés internacionales por la caída de las expectativas de inflación, junto con la idea del surgimiento de un nuevo paradigma de negocios que prometía rentabilidades completamente disociadas de los modelos tradicionales de negocios.
Es decir, el interés por el desarrollo de un modelo de negocio más rentable derivó en más inversiones hacia el sector de las “puntocom” y como consecuencia de esto, las empresas tecnológicas incrementaron fuertemente su valor en las bolsas de valores.
Sin embargo, la financiación y el desarrollo de estas empresas se sustentaba, en su mayoría, en las expectativas de internet y sus potenciales servicios asociados, más que en la necesidad de contar con ingresos genuinos a partir de sus modelos de negocios propuestos para sustentar la compañía.
Surgidas de la crisis financiera mundial, las criptomonedas se han beneficiado de un período extraordinario de expansión económica y bajas tasas de interés, factores que las impulsaron hasta alcanzar una capitalización de mercado de 3 billones de dólares el año pasado.
Sin embargo, esas condiciones están cambiando abruptamente debido a la inflación estadounidense más alta en cuatro décadas y las expectativas de un inminente aumento de los niveles de las tasas de interés internacionales. No obstante, pese a las similitudes con la crisis de las puntocom, cabe recordar que -excluyendo la empresa petrolera Saudi Aramco- las cinco empresas más grandes del mundo en la actualidad son tecnológicas.
La lección que nos deja esto es que luego del criptocrash, muchos proyectos blockchain desaparecerán, mientras que los más sólidos e innovadores pueden convertirse en una tremenda oportunidad de inversión en el largo plazo.
Estas condiciones no son exclusivas del criptomercado, sino que, por ejemplo, muchas empresas del NASDAQ también se han sobrevalorado por el exceso de liquidez mundial, potenciadas por la utilidad que demostraron en tiempos de la crisis sanitaria del COVID-19.
Así lo demuestra el aumento de la correlación de hasta el 68,5% entre el Bitcoin y el NASDAQ durante la caída de los mercados financieros desde el comienzo de 2022, con una variación negativa aproximada del 35 y 25 por ciento, respectivamente.
Como diría Warren Buffet: “Solo cuando baja la marea, se sabe quién nadaba desnudo”.
*Sergio Morales es Magíster en Finanzas (UBA). Especialista en Blockchain y Criptoactivos. Director de CRYPTOCITY.PRESS. Profesor de la Maestría en Finanzas UBA y Consejero Asesor de la Maestría en Finanzas UADE.