Crecen las consultas a los bancos para tomar créditos en dólares
El éxito del blanqueo generó un aumento de depósitos en dólares, que sumado a la relativa estabilidad de la economía está moviendo la demanda de créditos. Los bancos tienen interés en prestar pero una norma del BCRA impide otorgarlos a sectores que no exporten.

Desde agosto pasado el Régimen de Regularización de Activos, más conocido como blanqueo de capitales, ha logrado declaraciones juradas e ingreso a las cuentas especiales abiertas ad hoc en los bancos comerciales para el blanqueo por más de 18.000 millones de dólares.

La elevada adhesión de los inversores al régimen y la urgencia por acumular reservas en las arcas del Banco Central llevaron al Gobierno a extender ya dos veces el plazo de finalización del régimen. Originalmente, estaba previsto que finalizara el 30 de septiembre, pero lo ampliaron al 31 de octubre y al filo de este plazo, este jueves se corrió la fecha límite de ingreso hasta el 8 de noviembre inclusive.

En el marco de una economía que muestra inflación a la baja, equilibrio en las cuentas públicas, no sólo en términos primarios sino también en la cuenta financiera, con los tipos de cambio informal y financieros (MEP, CCL) en los niveles más bajos desde abril pasado, los inversores empiezan a ver un escenario más apacible y "compraron" la idea Gobierno de una economía que empieza a ordenarse.

Todo esto en un escenario en el que la semana pasada llegaron fondos frescos de organismos internacionales (US$8800 millones del Banco Mundial y el BID) y hay señales positivas, o al menos buen diálogo entre las partes, para alcanzar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

De allí el buen desempeño que tuvo el blanqueo, que superó con creces los US$10.000 millones que se esperan como resultado de la exteriorización de activos en el arranque del régimen. Hoy esa cifra casi se duplicó y aún falta una semana. Eso se tradujo en un incremento de los depósitos en dólares, que al 31 de octubre trepan a unos 32.500 millones de dólares.

¿Se abre el grifo?

Sin embargo, la medida del éxito es si finalmente esos dólares, que hoy están en las Cuentas Especiales de Regulación de Activos (CERA) en las entidades financieras, y no forman parte de las reservas internacionales del Banco Central, se usen para otorgar créditos en moneda extranjera a las empresas que lo requieran para proyectos de inversión, para ampliar capacidad productiva o prefinanciar operaciones de comercio exterior.

Según datos oficiales antes de lanzarse el blanqueo el saldo de créditos en dólares alcanzaba los US$6.600 millones, un 35% de los depósitos en dólares en todo el sistema, que llegaban a US$18.600 millones. Al cierre de octubre los depósitos ascendían a unos US$32.500 millones, y los créditos en moneda extranjera US$8.230 millones, un 25% del total.

Un recorrido de Forbes por entidades financieras de primera línea permite asegurar que hoy los bancos tienen mayor demanda de préstamos en dólares y tienen interés en analizar proyectos para financiarlos, pero por el momento el monto de los préstamos tuvo sólo una ligera suba.

"El blanqueo le dio un empuje a los créditos en dólares porque esto incrementó mucho la liquidez de los bancos", asegura Rodrigo Park, economista Jefe de Santander Argentina, quien explicó que en los últimos 60 días los depósitos en dólares crecieron US$12.300 millones, "obviamente, gran parte por el blanqueo", precisó.

Lo interesante, remarcó, es que esto termina volcándose a la economía por dos vías: en los últimos 30 días los créditos en dólares de todo el sistema crecieron un 10%, unos US$800 millones, pero "también empieza a haber disponibilidad para las empresas a través del mercado de Obligaciones Negociables", una señal positiva en un contexto en el que "el mercado va comprando el plan Milei".

Hoy Santander tiene líneas en dólares con tasas que van del 4 al 6% anual. "Es un nivel muy cercano a lo que rinde un bono del Tesoro americano", subraya Rodrigo Park. De momento son a plazos cortos pero se espera que puedan ampliarse en los próximos meses.

Los sectores que demandan créditos en dólares son los relacionados al comercio exterior, generadores de dólares o su cadena de valor, como la agroindustria, la minería y Oil & Gas. Pero el trauma de la post Convertibilidad está muy presente. La Comunicación "A" 4015 de 2003 impide a los bancos prestar en dólares a sectores que no generen divisas, de ahí la limitación a ampliar a otras industrias.

Mejora de condiciones

La demanda de créditos en dólares se ha incrementando desde el segundo trimestre, acelerándose en las últimas semanas, admite Fernando Milano, CBO de Banco Supervielle, y explica que esto se debe a una "mejora en las condiciones de mercado, por el aumento de los depósitos en dólares, menores tasas de interés y también ante una menor expectativa de devaluación de la moneda".

La entidad tiene líneas a plazos que van de 180 a 270 días, dependiendo de la calificación crediticia de los bancos y el destino de los fondos. En opinión de Milano, el mercado camina hacia una mayor demanda de créditos en dólares "en un contexto de mayor actividad económica y creciente confianza empresarial".

Claudio Saffirio, subgerente General de Banca de Empresas del Banco Ciudad, recordó que la entidad es "muy competitiva en créditos para capital de trabajo para empresas sujeto de crédito en dólares, para comercio exterior e inversiones en dólares", remarcó Saffirio.

El Ciudad otorga créditos en moneda dura que van de 18 a 24 meses, con mucho foco en energías renovables, pero admite que al sector minero "lo estamos analizando, con la idea de volcarnos a proveedores y a la cadena de valor, más que a las empresas que explotan".

En cuanto al financiamiento al comercio exterior, Saffirio admite que tienen el foco en las pymes. A nivel de tasas tienen líneas al 3 o 4% en dólares para prefinanciar exportaciones y hasta importaciones a 90 y 180 días, mientras que para proyectos de inversión a 24 meses las tasas rondan el 5 o 5,5%.

Adrián Scosceria, gerente de Banca Empresas de Banco Macro, por su parte, admite que "están llegando consultas de los clientes, relacionadas con la percepción de cierto optimismo de cara al futuro, a raíz de las mejoras macroeconómicas implementadas".

En rigor, señala que "los clientes analizan o ponen en marcha planes que tenían demorados". Esto se debe a la baja de las tasas y del riesgo país, un escenario en el que algunos empresarios analizan volver a proyectos de mediano y largo plazo.

En ese sentido, Scosceria explica que el banco tiene líneas a 5 años "con un esquema de amortización semestral", y en algunos casos en los que el proyecto lo requiera puede tener hasta 12 meses de gracia por el capital. Esto tiene como objetivo que los clientes "puedan generar fondos y repagar el préstamo o comenzar a repagar el préstamo a partir del mes 12", explicó.