La recomposición de las tarifas de energía va tomando forma a la mayor velocidad posible. El Enargas convocó a una audiencia pública para el 8 de enero y dio un plazo de sólo una semana para que las empresas presenten sus propuestas de aumentos.

Se trata de un primer paso necesario para cumplir con el histórico fallo de la Corte Suprema del 2016 y así evitar cualquier judicialización como sucedió en aquel entonces con el ex ministro Aranguren.

La audiencia se realizaría de forma virtual y hay tiempo para inscribirse como oradores hasta el 3 de enero. En la misma, se explayarán las propuestas para trasladar a tarifa los tres componentes de la factura antes del pago de impuestos: el precio del gas natural en boca de pozo, el transporte y la distribución.

El primero se prevé que permanecerá estable en torno a 4 dólares el millón de BTU, con lo cual, sólo habría que ajustar lo que fue el salto del tipo de cambio. El segundo y tercer componente mantiene un atraso del 116% desde la última actualización en mayo del 2023, pero las empresas consideran que en ese momento no se aumentó todo lo que correspondía.

Es por eso que fuentes del sector privado presentes en este segmento indicaron a Forbes que pedirán subas del orden del 400%. Además de eso, debido a la espiralización inflacionaria, el Enargas contemplará por primera vez un mecanismo de ajuste mensual para que la tarifa no vuelva a atrasarse en el transcurso del año.

Un informe publicado este jueves por la consultora Economía & Energía que dirige Nicolás Arceo proyecta un escenario con subas promedio del 204% para los usuarios N1 (altos ingresos) del AMBA, del 168% para los N2 (bajos ingresos) y del 336% para los N3.

De esta manera, la primera categoría saltaría de una factura de gas mensual de $4.558 a $13.867, la segunda de $1.822 a $4.885 y la tercera de $3.719 a $13.867.

El cálculo supone una quita total de subsidios para los ingresos medios y un traslado completo del efecto devaluación para poder cumplir con la meta presupuestaria que anunció Luis Caputo (-0,5% del PBI). En tanto, para los N2 contempla una cobertura del servicio del 20%, cuando en estos momentos no llega al 10%.