Tras ocho semanas consecutivas de velas rojas, empezamos a ver algunos signos de una posible recuperación. El precio del Bitcoin se disparó un 7,8% durante la semana pasada. El XRP ha subido un 3,1%, Cardano un 27,4% y el Dogecoin un 3,5%. Por otro lado, el precio del Ethereum y del BNB cayó algunos puntos básicos; mientras que Solana bajó un 6,1%, y Luna un 48%.
Pero este rayo de esperanza podría ser sólo la calma antes de la tormenta. El cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, apareció otra vez para remarcar que el colapso de la UST de Terra exponía los peligros que existen alrededor de las criptomonedas demasiado complejas y automatizadas. En ese sentido, advirtió que hay muchas otrasstablecoinsque son "defectuosas" y están "condenadas a colapsar".
En su ensayo, titulado "Dos experimentos de pensamiento para evaluar las stablecoins automatizadas", Buterin sugirió que muchos criptoactivos se construyen sobre la expectativa de un crecimiento continuado e ilimitado, lo que es poco razonable y perjudicial.
"Fuera de las hipotéticas locuras en las que se construye una stablecoin para seguir un índice Ponzi, la stablecoin debe ser capaz de responder de alguna manera a situaciones en las que, incluso con un tipo de interés cero, la demanda de tenencia supera a la demanda de préstamo", escribió. "Si no lo hace, el precio sube por encima de la paridad, y la stablecoin se vuelve vulnerable a los movimientos de precios en ambas direcciones, que son bastante impredecibles".
"Entonces, ¿Qué ocurre si la actividad futura esperada cae hasta casi cero?", se pregunta. "La capitalización de mercado de la volcoin [una moneda volátil utilizada para contrarrestar los cambios en el precio de una stablecoin] cae hasta que se vuelve bastante pequeña en relación con la stablecoin. En ese punto, el sistema se vuelve extremadamente frágil: sólo una pequeña sacudida a la baja de la demanda de la stablecoin podría llevar al mecanismo de orientación a imprimir montones de volcoins, lo que hace que la volcoin se hiperinfle, momento en el que la stablecoin también pierde su valor".
En otras palabras, estas stablecoins, irónicamente, pueden ser cualquier cosa menos estables. Si no están creciendo, están muriendo en su mayor parte.
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El ensayo de Buterin es una respuesta a la implosión de la stablecoin UST de Terra a principios de este mes. Como escribí la semana pasada, fue el mayor desplome de las criptomonedas hasta la fecha, que acabó con unos US$ 40.000 millones de capital. Para evitar que un suceso así ocurra en el futuro, recomienda encarecidamente que los desarrolladores e inversores "se alejen de la actitud de que está bien conseguir seguridad confiando en un crecimiento sin fin".
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Buterin sugiere que los inversores "evalúen el grado de seguridad de los sistemas observando su estado estable, e incluso el estado pesimista de cómo se comportarían en condiciones extremas y, en última instancia, si pueden o no reducirse de forma segura".
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Dice que aunque los desarrolladores deberían esperar un crecimiento sin fin, contar con ello puede hacer que las stablecoins sean frágiles y que "la solidez en estado estacionario y en caso extremo debería ser siempre una de las primeras cosas que comprobemos".
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Mirando al futuro
La desaparición de Terra deja claro que, al igual que los esquemas Ponzi, muchas criptodivisas y sus derivados dependen de un crecimiento insostenible, lo que las hace extremadamente frágiles en caso de una caída repentina o sostenida.
Así que, a menos que los inversores recuperen rápidamente su apetito por el riesgo, es probable que veamos más implosiones en el futuro, lo cual es bueno. Piense en ello como una "dieta de desintoxicación" que limpiará el mercado de activos dudosos e insostenibles.
Como dijo Elon Musk, los mercados han estado "lloviendo dinero a espuertas durante demasiado tiempo".
