The Vanguard Group, una de las gestoras de fondos más grandes del mundo, con cerca de US$ 7 billones en activos bajo gestión, está preparando sus fondos de deuda para una recesión.
En concreto, está utilizando las recientes liquidaciones de los mercados crediticios para comprar activos con mayor calidad a buen precio.
Irónicamente, cuanto peores sean los rendimientos, mejores deberían ser los bonos en el futuro, escribió en un informe la jefa de renta fija, Sara Devereux. Los perfiles de riesgo-recompensa de varios sectores del mercado, incluidos los bonos del Tesoro, corporativos, de mercados emergentes y municipales a largo plazo, son más atractivos que hace seis meses, añadió.
Para hacerle frente a la inflación, los principales bancos centrales del mundo, incluyendo la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), comenzaron a subir las tasas de interés de referencia para tratar de absorber el exceso de liquidez de la economía real.
Esta estrategia comenzó a dar sus frutos, ya que los precios empezaron a acelerarse a un menor ritmo, pero a cambio de aumentar las probabilidades de que la economía se contraiga y efectivamente entre en recesión.
No obstante, para Vanguard, que espera que se dé este escenario en 2023, existe la oportunidad de buscar deuda de emisiones corporativas defensivas que puedan resistir al contexto y proteger el capital.
Específicamente, sus analistas confían en la deuda de calificación BB, el nivel más alto de la categoría basura.
Al grupo también le gusta la deuda soberana de los mercados emergentes de mejor calidad y está comprando bonos municipales de mayor calidad a "niveles atractivos", que se suman a sectores como agua y alcantarillado, carreteras de peaje y deuda de obligación general estatal, municipal y local mejor calificada.