Como defensor de una política fiscal sólida y firme creyente en el poder de los mercados libres, considero que la reciente revisión económica de Argentina bajo la presidencia de Javier Milei no sólo es refrescante, sino esencial en el mundo actual de gasto público inflado.
Desde que asumió el cargo en diciembre de 2023, el líder libertario tuvo que hacer algunas elecciones difíciles para estabilizar la economía argentina, asediada desde hace tiempo por una elevada inflación y un gasto excesivo. Su enfoque de "terapia de choque", profundamente arraigado en los principios del libre mercado y la restricción fiscal, podría servir de modelo para otras naciones que lidian con dolencias económicas similares, incluido Estados Unidos.
La estrategia de Milei se basa en dos pilares fundamentales: la reforma fiscal y la estabilización monetaria. Al abordar el gasto excesivo crónico del país, su administración logró un hito digno de mención: un superávit presupuestario en el primer trimestre, el primero desde 2008.
Hacer frente a la inflación
En el frente monetario, el gobierno de Milei trabaja incansablemente para restablecer el balance del banco central argentino. Esto incluye reducir los grandes pasivos denominados en pesos y aumentar los activos exteriores.
En una medida audaz, Milei redujo a la mitad el número de ministerios y eliminó 70.000 puestos de trabajo en el sector público. También suspendió nuevos contratos de obras públicas y eliminó varios subsidios, subrayando aún más su compromiso de reducir la intervención estatal en la economía.
Los primeros resultados de estos esfuerzos son prometedores. Argentina experimentó un descenso significativo de la tasa de inflación mensual, que pasó de un asombroso 25% en diciembre a un 11% en marzo. Tales resultados no sólo refuerzan la confianza entre los ciudadanos y los inversores, sino que también demuestran la eficacia de unas políticas económicas disciplinadas.
Argentina se ajusta mientras EE.UU. sigue gastando a manos llenas
Mientras Argentina muestra signos de ajuste fiscal, EE.UU. dibuja un panorama contrastado con su gasto descontrolado. La deuda nacional sigue disparándose, con un pasivo que representa ya más del 120% del producto bruto interno (PBI) del país. El gobierno paga ahora más de un billón de dólares al año sólo para pagar los intereses de esa deuda. Esta hinchada maquinaria burocrática no sólo ahoga la libertad económica, sino que también supone un riesgo significativo para la seguridad financiera de las generaciones futuras.
Las consecuencias de semejante irresponsabilidad fiscal se están convirtiendo en algo cada vez más evidente. El dólar estadounidense, aunque actualmente fuerte, se enfrenta a riesgos a largo plazo si la trayectoria de la deuda de la nación continúa sin control. La familia estadounidense media es cada vez más pesimista sobre la consecución de la seguridad financiera, y sólo el 35% de los estadounidenses cree que sus finanzas mejorarán en el próximo año, según una encuesta reciente de Acorns.
Apuestas alcistas y análisis cautelosos
Los apoyos de alto perfil rodaron en cinco meses desde que Milei asumió el cargo. Tras una reunión con el presidente argentino en Los Ángeles, Elon Musk, CEO de Tesla, tuiteó a sus 182 millones de seguidores que recomienda invertir en Argentina. Del mismo modo, el inversor multimillonario Stanley Druckenmiller, tras escuchar el discurso de Milei en Davos, describió al presidente como el único líder mundial del libre mercado en la actualidad y reveló inversiones en cinco empresas argentinas.
Al mismo tiempo, los investigadores de Alpine Macro aconsejaron prudencia y sostienen que la reciente disparada de las acciones argentinas y de los bonos denominados en dólares podría ser excesiva. El índice S&P MERVAL, que mide las acciones cotizadas en Buenos Aires, se revalorizó un 40% en lo que va de año, lo que supone un "rebasamiento de un sigma por encima de su tendencia a largo plazo, un nivel difícilmente sostenible", escribe Yan Wang, estratega de mercados emergentes de Alpine Macro, en un informe de inversión de esta semana.
El atractivo atemporal del oro
Con este telón de fondo, el oro conserva su antiguo atractivo como refugio seguro. Históricamente, el oro sirvió como depósito fiable de valor y como cobertura contra la devaluación de la moneda y la inflación. A medida que el dólar estadounidense se aprecia debido a las altas tasas de interés, el oro se convierte en más caro para los inversores que utilizan otras monedas, lo que puede frenar la demanda y afectar a los precios. Sin embargo, el valor intrínseco del oro sigue siendo indiscutible, sobre todo como diversificador.
Históricamente, el oro y el dólar estadounidense compartieron una relación inversa, aunque esta relación se debilitó en las últimas semanas, como puede verse en el siguiente gráfico. El índice de fuerza relativa (RSI) de 14 días muestra que ambos activos volvieron a la media en una rara alineación de la acción de los precios.
Como ya compartí con ustedes en enero, el oro parece tener un nuevo motor además del dólar estadounidense y las tasas. A saber, el impulso de las economías emergentes por diversificarse del dólar estadounidense aumentando sus tenencias de oro es ahora el motor más importante del metal de cara al futuro.
Como dijo recientemente Mike McGlone de Bloomberg, "una de las principales razones por las que [el oro] se mantuvo resistente es que los bolsillos más profundos del planeta -los bancos centrales- están acumulando a un ritmo vertiginoso".
*Con información de Forbes US