Millones de parejas buscarán formas de combinar sus mundos a la perfección, lo que inevitablemente incluye sus finanzas. Afortunadamente, estar en la misma página en lo que respecta a tus finanzas puede ser más fácil de lo que pensás. Ya sea que este sea tu primer matrimonio o el cuarto, los siguientes consejos pueden ayudarte a comenzar la vida matrimonial con la base financiera correcta.
Comprométete a comunicarte
Aprender a comunicarse sobre el dinero es esencial para una relación saludable. Si bien el dinero puede ser una fuente de tensión para las parejas casadas, no tiene por qué serlo. Muchas personas se sorprenden al saber que, independientemente de lo mucho o poco que se pueda tener, la mala comunicación no el dinero, es a menudo la causa subyacente del estrés financiero marital.
Esto es especialmente cierto si tú y tu pareja provienen de diferentes entornos financieros. Tal vez creciste en un hogar donde se consideraba tabú o vulgar hablar de dinero. O tal vez el dinero fue un tema recurrente en casa durante tus años de formación. De cualquier manera, es importante reconocer las actitudes, preocupaciones y experiencias pasadas con el dinero de los demás.
Recuerda que están en el mismo equipo
Si bien uno de ustedes puede generar más ingresos o ser más competente cuando se trata de hacer un presupuesto, invertir o comprender conceptos financieros, nunca es una buena idea que uno de los cónyuges sea el único responsable de la finanzas familiares.
La gestión financiera exitosa requiere que ambos se involucren en la forma en que construyen y protegen su patrimonio. Afortunadamente, las parejas de hoy en día tienen más acceso que nunca a información y educación financiera, desde Internet hasta recursos proporcionados por empleadores y asesores financieros independientes.
La combinación de educación, asesoramiento y un compromiso con la comunicación continua puede contribuir en gran medida a resolver cualquier conflicto financiero que pueda surgir, para que tú y tu pareja puedan continuar trabajando hacia los objetivos comunes.
Documenta tus metas
Si no sabes para qué estás trabajando, es imposible saber si vas por buen camino o no. También es muy difícil progresar en la creación de riqueza como pareja si uno de los miembros de la pareja cree que está ahorrando para el pago inicial de una casa y el otro quiere gastar ese dinero en viajes, reducción de deudas o un auto nuevo.
Si bien puedes trabajar para lograr todos estos objetivos y más, debes ponerte de acuerdo sobre lo que es más importante para ti cuando piensas en el estilo de vida que deseas ahora y dentro de 40 años o más. Una vez que hayas establecido tus objetivos, documéntalos para que puedas priorizarlos y comenzar a trabajar para alcanzarlos.
Crea un presupuesto
Ya sea que ambos generen ingresos del trabajo o no, es importante crear un presupuesto mensual al que ambos puedan apegarse. Al determinar tu presupuesto mensual, asegúrate de cubrir primero tus gastos esenciales. Estos incluyen alimentos, ropa, vivienda, servicios públicos, servicio de telefonía móvil, transporte, cuidado de niños, atención médica, necesidades de mascotas o cualquier otra cosa que se considere una verdadera necesidad en su hogar.
Luego prioriza tus gastos discrecionales. Estas son las cosas que deseas pero podrías vivir sin ellas si tuvieras que hacerlo. Pueden incluir entretenimiento, servicios de streaming, viajes, membresías de clubes y gimnasios, etc. tu presupuesto también debe priorizar el gasto para objetivos a largo plazo, como contribuciones regulares al plan de jubilación, así como ahorros de emergencia.
Crea una red de seguridad
Es importante reservar suficiente dinero para cubrir varios meses de gastos de mantenimiento en una cuenta de ahorro líquida, ya que pueden ocurrir eventos inesperados, como la pérdida del trabajo, una emergencia médica o una costosa reparación del auto en cualquier momento.
Siempre que sea posible, utiliza los ahorros de emergencia para pagar un gasto imprevisto, en lugar de verte obligado a pedir prestado o incurrir en deudas de tarjetas de crédito con intereses altos.
*Nota publicada en Forbes US